sábado, noviembre 24, 2007

Insensé

Una bolsa de recuerdos.
Este como el más fiel.
Tomando aire en una galería, afuera del trabajo. 1995.
Pasa una pareja de viejos, me entregan un sobre, sonriendo.
Lo abro. Poesía y una tela que dice que la puedo oler. Es él. Aparece entre la gente. Claro, su cabeza sobre todas. Lo abrazo.
Ah...las huellas del amor.

viernes, noviembre 09, 2007

Hombres puérperos

Nacen en el momento de parto. Desorientados, son introducidos en una especie de box o canil en donde se encuentran con otros de su condición, la partera los deja allí y les advierte que ingresarán al recinto en que se encuentra su mujer en el momento indicado, es decir, cuando esta se encuentre a minutos de parir (sea de la forma que sea).
Los encajan en una bata, gorro y les cubren los pies con material esterilizado. A la voz de aura los conducen a lugar en donde se celebra (por decirlo de alguna manera formal) el nacimiento. Una vez que el niño entró al mundo real lo acompañan por una serie de experimentos de prueba de vida: evaluación de reflejos, baño, tubos por orificios, etc, para, una vez finalizados los procedimientos, obtener al bebé envueltito e hinchado. Entran con cara de “nunca me recuperaré de ésta” mezclada con “happy birthday to you” y un poco de “¿y ahora qué?” y nos muestran nuevamente al niño.
Pasado el ajetreo inicial e intentando historizar algo de lo vivido les preguntaremos… y no recordarán nada…La mente en blanco es indicador del shock que se ha esparcido a modo de trauma en el aparato psíquico masculino.

En un margen de dos días tendrán que aprender a limpiar un culo, asear el cordón, deslindar llanto de sueño o hambre, ser testigos de que otro cuello sea besado de forma insistente en su presencia, lo que quizás implique, quedar fuera de la ecuación por un tiempo, la matemática nunca fue perfecta (a mi forma de ver, los números primos son una prueba fehaciente de ello). Deberán reencontrarse con una mujer que posiblemente no será la misma, cuyo cuerpo y psiquis no ha cesado de modificarse, cuyas tetas: la herramienta favorita de otro/a.
Pero los hombres puérperos tienen otras herramientas también: los celos. Una alumna me contaba que estuvo a punto de divorciarse cuando su marido le insistió que era el bebé quien debía adaptarse a sus horarios… Y hay más :

Los sobre-informados

Algunos otros se esforzarán en hacer todo perfecto. Recuerdo en una fiesta infantil no hace mucho, haber visto al padre de una niña de tres meses: orgulloso, en un verano de cuarenta grados, cargaba una mantita de lana rosa, impoluta, doblada sobre su hombro.
Dentro de la liga de los perfeccionistas los estudiosos son los peores…Porque existe Internet. Leen cuanto pasquín se les cruce frente a la nariz en el monitor. Entonces vienen todos los días con ideas contradictorias sobre cómo administrar la primera papilla, explican apasionados la teoría del “continuum” y cómo ¡las mujeres africanas cargan a sus hijos continuamente y éstos no lloran nunca! (claro, las mujeres africanas no tienen hijos que pesen más de nueve kilos...)
Los sobre informados operan desde el cansancio, como la gota que horada la piedra siempre tienen algún tip…que desborda el vaso. Mientras bañamos al niño sostienen con seguridad científica “dicen que hay que bañarlos cinco minutos antes de que eructen, eso es bueno para la digestión del tercer tracto del esófago…”

Los T.O.C o Superyóicos

En un asado una amiga me mostró apenada sus manos en carne viva, su hombre puérpero se había obsesionado con los gérmenes y bacterias asesinas, por lo que tenía que usar un jabón líquido especial (especialmente contraindicado por dermatólogos) que mata todo, hasta la tersura. Estos exponentes compran detergentes y purificadores de aire. No hay filtro de agua que resista su perspicaz escrutinio. Miran con fiereza cuando osamos posar los labios sobre la cuchara de su descendencia, claro, han investigado y las caries ¡Son contagiosas! Compran todo tipo de gel de alcohol pero tienen una marca favorita: la más cara.
Si quieren divertirse gratis los verán paseando emebelesados por las góndolas de farmacity buscando alguna nueva golosina antibacterial


Los negadores

No tardarán en ubicar a estos especimenes. Cuando concurran a un boliche dirijan la mirada al centro de la pista, son los que bailan desenfrenados como si fueran seguidores de las terapias del último día de vida. Nada ha pasado aquí, dirán mientras salen de juerga y sus mujeres quedan con el vientre fláccido, despeinadas y con el retoño en brazos. Los negadores no conocen límite alguno, son capaces de invitar a un grupo heavy metal para que toque al lado de la cuna a cambio de mantener el satus quo.
Hay versiones más suavizadas de esta clase. Aquellos que se niegan a cambiar su rutina anterior y la sostienen a muerte o luchan por recuperarla a la voz de “El lunes comienzo el gimnasio”

Los agremiados

Se reúnen entre sí a lamerse las heridas. Cuentan de a poco los días, horas y minutos que llevan sin actividad sexual de ningún tipo. Mientras se autocompadecen sostienen una curiosa teoría: aquella mujer que fue madre perdió para siempre el estatuto de mujer, para ellos son categorías claramente autoexcluyentes.
Recomiendan seriamente no casarse y mucho menos procrear. Bajo un manto de duda guardan la secreta sospecha de haber sido conducidos hacia el matrimonio engañados con el solo objeto de obtener una gota de su valioso semen. Se sienten estafados y a todo amigo soltero que encuentran aconsejan con fervor sobre la vida sin ataduras ni compromisos.

Los Feminizados

Si pudieran comprarían el seno ficticio que usa De Niro en Los Fockers II. Como no pueden, rompen la bolas. Les indican a sus mujeres cuándo, dónde y cómo dar la teta. Adoran cocinar papilla a rolete y luego frizarla con el esmero de un chef. Aprenden rápido y contentos, son los que hacen más preguntas en el curso pre-parto. Empiezan comprando una cuna para luego elegir todo el ajuar hasta los quince años. Sus mujeres asisten consternadas a estos gestos pensando que son sólo manifestaciones inocentes de una etapa que pasará.

Los Deserotizados

Vendrían a ser Los agremiados que se cansan de quejarse y toman cartas en el asunto, es decir: Aquellos que a la voz de “Ella me abandonó” o “Ella dejó de atenderme” se buscan otra que concentre toda su carga libidinal. En el mejor de los casos, la nueva en cuestión, tiene niños que ya hace rato dejaron de chuparse el dedo y en el peor son aquellas que simulan una vida libre y despreocupada, y que, de tanta libertad y despreocupación quedan embarazadísimas al primer hervor. Los deserotizados vuelven a caer, pero ya, con experiencia en su haber.
A estos exponentes puérperos los pueden divisar los sábados a la mañana en los shoppings, con cara desangelada pasean el cochecito que contiene al flamante lactante ( y por qué no, mellizos) mientras sus nuevas mujeres hacen los que las viejas jamás pudieron: cavado, axila y pierna entera.

sábado, octubre 13, 2007

40

No es sólo un número. Es lo que les pasa a los Vulnerables. Cumplieron cuarenta. Y todo con gusto a crisis, o quizás una expresión exacerbada de lo que era su personalidad anterior.
Debo enumerar las características de este proceso, considerando seriamente mi compromiso ético con No Guardar Secreto Profesional sobre absolutamente nada al respecto de estos exponentes masculinos.

Vulnerables bajo la lupa. La Investigación.

Caso #1 Buitre carnal

Señas particulares: chauvinista divorciado (nadie se salva, lo siento amigos). Parece que la separación en curso le sentó de maravillas y su casi futura ex se transformó en el calco de todas las otras mujeres del mundo.

Frase de cabecera: la locuaz verbalización "son todas iguales".

Datos comportamentales: suele enunciar sus oraciones con "Todas las minas..." Traté de advertirlo sobre posibles generalizaciones, pero no acusó recibo y, como soy una clara representante de dicho género, las peleas, como mero ejercicio de oratoria, son habituales. Algo se rompió entre nosotros aquella noche en que osó afirmar con vehemencia "Las mujeres, cuando tienen hijos, creen que dieron a luz ositos de peluche".
Además, es abogado, lo cual complica seriamente las cosas, sobre todo cuando los otros le echan en cara sus infidelidades repetidas que él niega escudándose en que "no hubo acceso carnal"...En fin.

Caso #2 Isidoro Wannabe

Señas particulares: Jamás se divorciará porque jamás se comprometerá más que con utópicas quimeras. Picaflor enmohecido, suele codiciar las féminas que otro ha señalado (según cuentan sus amigos).

Frase de cabecera: "La semana que viene cierro un negocio importante..."

Datos comportamentales: Accidentes cada dos por tres, acusa a la mala suerte, ya creo que es cuestión de un destino psíquico. Cuando le recomiendo terapia acude a una bruja (¿será lo mismo? en mi caso por ahí sí...¿no?). Pero los accidentes acontecen una vez por semana, justo antes de "cerrar aquel negocio importante".
Abusa del sol falso y de su nuevo celular; baja chatarra: videos de dudoso gusto s&m, diálogos de los Simpsons en castellano y larguísimos chistes cordobeses. Lo peor es que insiste para escucharlos...shhhhh!...
Siempre derrama algún líquido sobre el mantel, es tan torpe como un bebé aprendiendo a comer papilla.

Caso #3 Johnny Travolta preñado

Señas particulares: Ex PR. Coleta larga y oxigenada en el pelo, Isidoro dice “tener prurito” de sacarlo a bailar con ese look demodé. Detenido en quién sabe qué tiempo anterior se cree bello y valiente.

Frase de cabecera: "Lo sé todo"

Datos comportamentales: Otro reciente divorceé, con la alianza quemando en su anular. Ahora porta una dulce curva en el vientre producto de todos los dulces que me roba los viernes. Está embarazado de puro milka y marrok.
Se puso dos aros llamativos, dice que son "brillantes" (por decir diamantes). Se enoja cuando los otros dicen que su nueva novia es loca. Me patotea cuando le exijo diezmo por agotar las golosinas de mi escondite posparto.

Caso #4 Teen Zelig

Señas particulares: A él le pegó diferente esto del divorcio. Fresquito y recién separado, se dejó las chapas (las de atrás porque las de adelante ralean), insertó un arito en su lóbulo (aún estudia seriamente las consecuencias de un posible tatuaje) va al gym y usa camisas de marca con flores celestes. Tiene un mejor amigo y cuando salen se visten igual, como quinceañeras de matineé.

Frase de cabecera: Ahora que se junta en el gimnasio con gente menor (que él) repite una curiosa frase cada tres segundos: "fea tu actitud", sería como un latiguillo adolescente...insufrible.

Datos comportamentales: Luce un bronceado caribeño, bajó de peso en sus clases de "running" y se encontró una colorada de 23 que entra en mi baño, se prueba mis perfumes y pinturas y deja la toalla manchada con su rojo desteñido. Los demás envidiosos lo criticaron hasta el cansancio hasta que... Lo imitaron a destajo: se agujerean las orejas, compran los perfumes y pulseras (¡de oro!) que vende su novia.

Caso #5 Dr. Love

Señas particulares: Bellísimo. El último vulnerable casado, Puérpero hasta la médula. Reciente padre. Complejo de Edipo resuelto (todo lo que se puede…). Mediador y contenedor de los otros Vulnerables.

Frase de cabecera: “El que pregunta, se jode”

Datos comportamentales: No sabe cómo desea festejar sus cuarenta. Sopesa opciones obligado por la que escribe. Lentamente va dando de baja a sus viejos jeans bolsa para dar paso a algunos un poco más modernos que le he regalado.


La última noticia Vulnerable: Quieren hacer una fiesta de 40 conjunta. Freud me de paciencia infinita.
La 2da última noticia vulnerable: Acaba de llegar Johnny Travolta Preñado íntegramente vestido de blanco con panza incluída y campera larga inflada ¡plateada con gorra y falsa piel! Freud me siga otorgando capacidad de asombro y Lacan me enseñe a semblantear esta indómita risa burlona…

viernes, octubre 05, 2007

Lover

"I look like a farmer but, Im a lover...Can´t judge a book by looking at the cover.."

lunes, agosto 13, 2007

Como el pan

Los efectos de estar casada con un hombre esencialmente bueno:

-Que te llamen por teléfono para hacerte una encuesta sobre la encuesta que él contestó un día antes.
-Que te llamen por teléfono para invitarte a un lugar misterioso pues ganaste algo (seguramente una charla para venderte algo) en la encuesta que él contestó en el subte porque “estaba medio dormido y bueno, no me molestaba contestar un par de preguntas”
-Tener que asistir como mera espectadora a la sucesión de años en que su hermana repite que pagará la mitad de regalos de cumpleaños, días de la madre, padre de tus suegros, sin hacerlo.
- Que sí atienda a tu madre de que lo llama al celular en los momentos más oportunos, todos los días desde que es abuela
-Que se banque que tu madre caiga de sorpresa en tu casa todos los días…desde que es abuela
-Que se acuerde de comprarte tu postre favorito, tu yogurt favorito, tu corte de carne favorito, tus afajores favoritos cada vez que va al supermercado
-Que vaya al supermercado
-Que entienda las indirectas estilo “¡Ay, me olvidé el vasito de agua!” y lo traiga mientras te acostás
-Que haya asumido que cambio de cincuenta es cinco de diez y no solicitar a cambio los cincuenta.
-Que sus amigos le deban dinero por años y que mientras le cuentan a qué lujos accederán gracias sus nuevos trabajos él les diga que “realmente le duele que no consideren seriamente pagar la deuda”
-Que sea interlocutor de su madre y hermana, porque ellas nunca podrán comunicarse entre sí
-Que guarde el último pedacito de todas las cosas que te gustan en la heladera, menos el último trago de coca, ahí se ganó la patria potestad
-Que no haya faltado ni una vez a una ecografía o cita con el obstetra
-Que en la madrugada del día del padre, con la excusa de fumarse un cigarrillo, salga y regrese con un ramo de rosas con una notita agradeciendo haberlo hecho papá…

Continuará…

viernes, julio 27, 2007

Ahora se los tira

Esto de estar fusionados con Mini- Dr Love trae sus consecuencias, sí, porque Laura Gutman (una psicóloga) dice que estamos fusionados, cosa nada nueva, el psicoanálisis a esta etapa la llama: alienación. Verán; nadie inventó nada, sólo cambiar el nombre y listo el pollo... y el libro. Decía que estamos fusionados (me gusta más que alienados, suena muy…new age, no?) y tenemos que ir a todos lados juntos, él me acompaña a mí y yo a él, por ahora. El objeto mediador: la teta. La fusión implicó que él venga a mis sesiones de terapia. En las primeras dos: durmió como un ángel. En mi fuero más íntimo miraba sus cachetes regordetes en reposo y pesimista presentía que esa felicidad era como un caramelito escaso. Así fue. En la tercer sesión: ahí estaban los ojos como platos mirando todo. Claro, se lo ofrecí a mi analista para que lo sostuviera mientras me lanzaba a hablar (para eso voy, no?) la cuestión es que apenas me acuesto sobre el diván escucho tras mis hombros un sonoro “¡Buuuurpppp!”, sí de esos que rajan la tierra y nos incitan a aplaudir y echar vivas a los padres babosos. Mi analista y yo reímos. No así cuando fuimos para un control oftálmico de rutina. Apenas abrí la puerta con él en brazos un “¡Burrrpppp!" en la misma cara de la señora oftalmóloga, que muy vinagre no festejó nada, y me quedé ahí, dando vítores amistosos sola.
En otra oportunidad, en la gastroenteróloga, mientras Dr. Love lo va desvistiendo en la camilla yo que le digo preocupada “Pobrecito…hoy está medio constipado...” y ahí, sin prolegómeno alguno y sin siquiera esperar a la voz de ¡aura!, lanza lo que quedará en la historia con el nombre “Se me terminaron los pañitos húmedos, tome aquí tiene algodón”, manchando su ropa, la funda de la camilla, la camilla, las manos de su padre, en fin; el cese mismo de la constipación, para luego, a los segundos, dar el toque final, la frutilla de... sí, de la torta: mear impunemente toda la campera de la médica, quien aclaró que no importaba, que era impermeable.
Para finalizar con tal despliegue y con cierto afán terco de no cesar de desmentir a su propia madre, en la última consulta con la pediatra ella me pregunta “¿Sigue teniendo cólicos?”, a lo que él decidió contestar rápido, por sí mismo y desde la camilla como un coro que dejaría mudo al de cualquier obra de teatro griego. Atiné a argumentar “sí, je...pero ahora se los tira”

jueves, junio 28, 2007

Dientito o la Burbuja Narcisista



Antes de ser mamá (suena tan lindo) acuñé una expresión dedicada a aquellos que eran padres, solía decir que viven en una Burbuja Narcisista. Es ese bello y cómodo lugar donde dos, tres o más cosanguíneos comparten la misma irrealidad: importarles un carajo lo que acontece en el mundo exterior. Ejemplos sobrados lo dan los padres que dejan jugar a sus vástagos rompiendo objetos variados, haciendo ruidos violentos mientras los vástagos de otros al fin duermen, aquellos que hacen la vista gorda cuando los preciosos y regordetes deditos de sus niñitas de tres años se les meten con saña en los ojos de otro menor y por lo tanto indefenso, aquellas preciosas madres que ocupan toda la vereda en escenas dramáticas dignas del Oscar o Martín Fierro vernáculo: poner un saquito porque hace frío, subir al cochecito o entrar al patio de juegos. El patio de juegos o pelotero ¡otro caldero de burbujas!…El problema es cuando chocan unas con otras, es decir, no advierten el paso de un cochecito y despanzurran toda su humanidad obstaculizando sin culpas, dejan entrar a sus pequeños de seis al área de los de dos, y allí vemos cómo los sodomizan cual gángsters sacándoles los juguetes favoritos de las manos para luego apilarlos cuidadosamente en la casita la cual vigilan sus socios prestos a disparar chupetes babosos al primer deambulador que se acerque a recuperar lo perdido, los padres de estos confabuladores jamás lograrán darse cuenta, tan absorbidos en sus propias burbujas pensarán que ese encanute de todos los juguetes representa una construcción única propia de la arquitectura moderna, resultado del curso de sobre-estimulación temprana para narcisos. Muchos etcéteras por aquí, entonces.
Un psiquiatra con el que trabajé solía decir que ese perfil respondía al porte de un “Plumaje Narcisista”. Personalmente considero al Plumaje de una abstracción menor que la Burbuja. El plumaje recubre a uno y sólo uno, en cambio la Burbuja abarca quizás a toda una familia obnubilada por su realidad y hasta podría tratarse de una compleja transición evolutiva, mientras que el plumaje a un status quo.
La cuestión es que ya de novios (suena tan lindo) habíamos bautizado a estos personajes como “Dientitos” (previo a dar con la Burbuja Narcisista), en honor a aquella vez en que un señor con los dos delanteros de conejo sobresalidos, se quedó pensando durante tres horas en la cola del video si esa película la había visto o no, y, luego de decidirse por la negativa, mandó a sus mini-dientitos a tardar dos horas más en buscar una nueva. Ni hablar del tiempo vital invertido en la pesca y expulsión de billetera. Siempre todo en una pose inimputable que quisimos llamar “Actitud Dientito”, mordiendo el labio inferior y revoleando los ojos distraídos.
La cuestión, y voy al punto, es que yo le decía a Dr. Love que la Burbuja Narcisista correspondía al status padres y que nosotros la portaríamos con orgullo llegado el momento. El momento llegó y la burbuja… no se nos armó…o infló. Claro que ahora somos tres y vamos como con más infraestructura por la calle, entonces nos topamos con que una pareja, también con niño, cochecito y bolsos, decide detenerse ocupando todo, para buscar algo en uno de esos bolsos infinitos (alguien dígame por favor qué diantres llevan ahí, un pañal, una muda de ropa y toallitas no se expanden cual sea monkeys eh).
Harta ya de tanta tolerancia por la subjetividad ajena en ese instante le manifesté a Dr. Love que si la Burbuja Narcisista no me salía espontáneamente me la iba a injertar a la fuerza. Dicho y hecho: Llegué a la esquina y me paré en el cruce de vereda delante de ellos con el cochecito y en posición “Arabesque” (los que estudiaron danza clásica me entenderán).

miércoles, junio 06, 2007

Maternidad ¡Divino tesoro!


“Como no duermo, escribo”
Psicoanalista contemporánea

“Me apuro antes que despierte”
Madre primeriza
"El que ríe último, ríe mejor"
Bebé de padres inexpertos


Ser inexperto es una cosa, ser padre-inexperto tiene un sabor complejo, una trama inextricable, una textura densa y dramática-si me permiten el brote megalómano- pero…me pregunto ¿Qué otra forma existe para armarse de experiencia que no sea llenarse de primeras veces? Me remito a los ejemplos, la práctica siempre ha sido mi fuerte:
-En cuanto a la lactancia, durante el embarazo compré ejemplares infinitos sobre el tema, visité sitios en Internet exclusivamente dedicados a dicha empresa. Como buena estudiosa, repetía los pasos como versito escolar “…para que los pezones no se agrieten, cambiar al bebé de posición al mamar…la crema de caléndula…ponga el bebé al pecho con frecuencia con el objeto de constituir la unión nacional, afianzar la justicia…blablabla…” Pero…Ah, los libros… de más está decir que nunca entendí los putos dibujitos ilustrativos, tuvo que venir a mi habitación una puericultora del sanatorio y allí, en un rito sagrado, oprimir mis glándulas mamarias y mostrarme en el acto y con eficiencia cómo cuernos es que sale la leche ¡ahhhh…Eso era lo que los dibujitos querían decir….”
-Aprendamos de una buena vez que los psicoanalistas no instituimos jamás el famoso latiguillo “la culpa de todo la tenemos las madres”. La verdad desnuda es que ese mantra fue inventado por las suegras y lo llevan de generación en generación, de suegra en suegra, como testimonio de una cultura ancestral, críptica y esotérica. Ilustro por temas:

Tema 1

“Tu leche no es buena”

Cuando Dr. Love le comenta (en uno de los llamados de la Súper agente 86) que el niño no duerme. Vertido sin cuidado, varias veces, cual taladro matutino en la calles céntricas de la ciudad; hasta sugiriendo los buenos usos de la leche maternizada y ejemplificando, sabiamente, con el caso de la hija de su vecina. Pero, yendo a los bifes: el Mini Dr. Love aumenta ¡50 gramos por día! Definitivamente el comentario es la mala leche.

Tema 2

“Siempre consideré desalmadas a las madres que no le ponen mediecitas a sus hijos…”

Mientras observa a mi bien más preciado patear mientras asoman sus morrudos deditos por fuera de una yoguineta. Le explico lentamente y con tono amoroso que los bebés no pierden calor por los pies sino que se auto-termorregulan por la cabeza y ella lanza la mirada “Ya no te escucho, desconecté, y este comentario te lo repetiré hasta que te hartes y desconectes vos…”

Tema 3

“Mucho brazo”


Cuando, en otro llamado, Dr. Love le detalla que, a veces, nos cuesta decodificar a nuestro niño. Es cierto, habría que dejarlo en la jungla de su inmensa cuna por horas ¡Y que se haga hombre, canejo! O quizás aquella maravillosa, amorosa y erudita técnica de “Cerrar la puerta y dejarlo llorar”

Tema 4

“Queeeeee? No lo van a pelar???? ¡Después le sale rubio!”

Noooo, no lo vamos a pelar. Si hubiese querido tener descendencia albina no me hubiera casado con tu hijo.
No lo pelamos porque nos encanta el pelo con el que vino de fábrica…Es inútil que trates de convencernos, basta, no insistas, queda feo.

-Reivindico completa y ABSOLUTAMENTE a Melanie Klein, es más, desde ahora soy Kleiniana (please Dr. Freud, I´m just joking). Lo del pecho bueno y malo era verdad. Basta ver a Mini Dr. Love, peleando y refunfuñandole al pezón cuando el níveo líquido no sale como él quiere, léase: tiempo y forma, cantidad, ritmo, etc. Con sus preciadas uñitas que aún no he tenido tiempo para limar (era eso o dormir…o escribir esto antes de que emerja del tibio contacto con Morfeo) me pellizca y rasguña enojado cuando demoro tres segundos en acomodarlo frente a su fuente alimentadora.

-Poner el cuerpo es literal y hasta les diría se queda corto, sólo hay que escucharlo a Dr. Love decirle a su hijo para calmarlo “Ahí viene la comida”, o sea yo…

-El tema de la decodificación es no menos importante. Siempre vamos un paso atrás ¿Pero hay otra forma de ir? Ahora sabemos muy bien que las patadas enérgicas y llanto son cólicos, por lo tanto: pedos. Gritos desgarradores con quejidos y protesta, con doblez en labio inferior y chupada de todos los dedos juntos: hambre. Quejidos de monito: atención, palabras y caricias. El problema acontece cuando se produce una combinatoria de las demandas, por ejemplo: cólicos-hambre, mimos-hambre-lo que sea pero denme bola ya, reflujo-hambre-mimos porque el reflujo me duele y me molesta…Una de esas noches de fracaso en la decodificación, a eso de las cuatro de la mañana, Dr. Love partió raudo a conseguir un chupete. En ese preciso instante me hizo deglutir mis palabras anteriores a la experiencia real de ser madre: “mis hijos JAMAS usarán chupete” Por algo en inglés la palabra es “pacificador” en vez de chupete. La cosa es que invertimos en acciones de varias marcas: con forma de pezón: lo escupió. El de caucho, “sueño seguro” que le dicen, todavía lo prueba con desconfianza y hace gestos así como si probara las heces de un caballo descompuesto, uno dinamarqués de silicona, otro de marca alemana: lo mismo que el dinamarqués, sólo lo agarra en situaciones extremas…En fin, aplicamos la técnica con un resultado mediocre.
Otros dos actos de decodificación fallidos en que se habían realizado todas las acciones precautorias (cambio de pañal, mimos, teta, palmaditas para gases, posición vertical para reflujo, acunar, posición diagonal, etc…) nos llevaron a una guardia cercana a eso de las cuatro de la mañana. En la sala de espera más de veinte bronquiolitis y resfríos trasnochados cantaban “¡Presente! ¡Ven que te contagio ya!” Huimos hasta que llegara nuestro turno en el auto (que bien podría convertirse en tienda de compaña, ¿el nombre de la expedición? “Tenemos un hijo, podríamos vivir aquí de cualquier modo”) En medio de la noche del sábado pasado, portando el número seis, iban por el ochenta y nueve, nos dirigimos a saciar nuestro apetito con algo rápido y en caja. Vamos, traten ustedes de saciar su apetito con empanadas regionales chorreantes mientras dan la teta en el mínimo asiento trasero de un pequeño dos puertas…Dantesco.
Lógicamente al llegar a la guardia el niño dormía plácido cual rubicundo ángel renacentista. Ahí es cuando tomamos el curso acelerado para padres “me preocupo si se tira un pedo y llora” y escuchamos con paciencia la clase magistral de la pediatra que nos informó que la única forma de comunicarse de un recién nacido es ¡El llanto! ¿cómo? ¿ustedes tampoco lo sabían?

martes, mayo 22, 2007

El secreto que mejor guardé


Es el secreto de 38 semanas, durante todo este tiempo estuvimos fabricando un.... ¡Mini-Dr. Love!

Nació el 07 de mayo a las 14.09 y pesó 3.975 kgs. Ese, fue el día más felíz de mi vida....

miércoles, abril 25, 2007

Status Gerontofóbico: Garantía vencida*

Creo que todo comenzó cuando decidimos tomarnos vacaciones en marzo. La epifanía gerontofóbica pareció esbozarse una tarde caminando por el centro de una adormecida ciudad costera. Hasta que fue imposible continuar. Una manada de hombres y mujeres de más de setenta años que bajaba de un micro obstaculizó abruptamente el paso y nos convidó con el arte de la contemplación. El senil viaje de egresados contaba con especimenes variados que, en la locuacidad e ímpetu de pisar tierra firme ilesos, no notaron que la gente se acumulaba para lograr pasar al otro lado, mientras desfilaban por la vereda luciendo orgullosos cráneos lustrados, vientres cosecha 1930 y zapatillas impolutas listas para correr la multitudinaria carrera contra el reloj de arena.
Homero jamás hubiera imaginado esta escena cuando se le dio por escribir sus poemas. La consigna del mundo antiguo era “Live fast, die young”, los treinta eran los ochenta de hoy, y esa diferencia no es sin consecuencias. A mayor tiempo robado a la naturaleza, mayores son las problemáticas.
Más tarde tuvimos que abrirnos paso en playas atestadas por estos ejemplares que posaban para las fotos colectivas en aquellas posiciones que el Kamasutra octogenario admite: mate contemplando la costa, caminata senior junto al mar, ballena sobre la arena, etc.
Pero no concluiría aquí. Ya en mi ciudad, por razones que no vienen al caso
En una memorable tarde en la que se definió la gestación del Monstruo reposaba plácida junto a Dr. Love en la sala de espera de una clínica. En el sillón vecino la imagen fue sentencia: una mujer de inconmovible acento ruso, más de setenta y cinco años y labial bermellón intacto letanizaba a su dama de compañía “–Clarrrita esssto esss incrreíble, teneg que espegag los gresultados, los negrvios, los médicos…-“ Unos minutos después, ya de pie, sentí un aliento cansino sobre la nuca, al girar, mi nariz chocó contra la de otro geronte: mandíbula balcón y cuatro pelos intentando dar los 360 grados de negación de rutina sobre la coronilla. Le comenté al pasar a Dr. Love cómo la gente ha perdido la proxémica y el registro del cuerpo del otro se ha vuelto un ejercicio demodé. Pero él respondió subiendo la apuesta“–Y yo odio a los viejos… se quejan, se quejan…¡¿Cuánto más pretenden vivir?!..." Esto soltado con vehemencia mientras transitábamos un pasillo y otra exponente de ese grupo etario me clavaba los ojos como garras. Dr. Love se había cansado de la perorata de la rusa, que apenas respiraba para emitir el lamento gerontoniano. Pero otra imagen se interpuso: La de una chica en silla de ruedas, con suero, acompañada por su madre y un enfermero entablando un diálogo familiar.
En ese mismo minuto El Monstruo incitó algo parecido a la necesidad de salir a patear bastones. Para colmo, sólo por el mero acto de provocación, a la salida de la amansadera médica, nuestro paso enérgico colisionó con la lentitud de un octogenario y su esposa, un matrix senil: esquivarlos en cámara muy, muy lenta.

Tanto congreso de gerontología, tantos profesionales autoproclamándose de la tercera edad, perdón, expertos en tercera edad, tanta cháchara sobre “la población vulnerable” ¿Vulnerables quienes? ¿Los que llegaron a los ochenta? Entre nosotros, es nuevo esto de ser vulnerable habiendo transitado semejante trecho de vida, sí podría acordar en que ese aliento vital es vulnerable a ser finiquitado en cualquier momento por la mano de la naturaleza, salvo que un combo de antioxidantes, hipotensores, calcio, vitaminas y otros inhibidores, la detengan.

Y así, el pequeño Monstruo comenzó a alimentarse.
Revisemos. El comentario más mordáz proviene de sus bocas, escuchado al infinito: “Ya vas a llegar vos también” como fin de toda conversación e inicio de la angustia inexorable, como respuesta a una enunciación o simplemente como la cereza de la torta, pasaje obligado o una venganza del porvenir “Tomá, vos vas a ser como yo, there´s no way out, baby”. ¿Y la crítica panteísta? “Todo está muy mal” “Los jóvenes esto, aquello y lo de más allá…¡No hay valores!” acompañada por una complacencia y quietud casi inverosímiles ¿La consecuencia final de haber vivido cincuenta años más es únicamente la crítica? Pasar los sesenta ¿otorga la posibilidad de no sentirse un agente de cambio? ¿Se esfuma la responsabilidad creadora al soplar un decenio de velitas más? ¿Ser artífice de una pequeña porción de mundo tiene fecha de caducidad coincidente con la edad jubilatoria? ¿Alguien ha visto algún movimiento ideológico de gerontes? Y si existiera dicho loable emprendimiento ¿qué características imaginan ustedes que tendría?

El Monstruo no puede dejar de crecer.
Abro el diario y la primera nota es sobre un político de ochenta y ocho años que pretende sumar a sus treinta y cuatro años de poder, unos más, descalificando a sus oponentes (obviamente, más jóvenes) diciendo que él es “El” maestro y que resulta una “falta de respeto” por parte de “los alumnos” enfrentar “al maestro” en los próximos comicios electorales. ¿Creen ustedes que quizás este señor alguna vez haya tenido la osadía de posar sus pequeños ojos en otra cosa que no fueran los recuerdos empolvados de una política olvidada de su vitrina y ubicarlos al menos en algún pasquín pasado de moda donde dice que parte de ser “maestro” es aceptar y permitir que en algún momento el alumno tenga una posibilidad de superarlo como consecuencia lógica de ese proceso dialéctico? ¿Acaso el maestro octogenario debe morir para que el alumno ocupe ese lugar? No, porque cuando muere el maestro octogenario hay otros, muchos, maestros longevos, que ya se venían disputando las sobras.

Amigos, si algo comenzó a susurrarme obscenas teorías es este Monstruo Gerontofóbico, y entre las propuestas aciagas una se alzaba a viva voz: los días de vida deberían venir con garantía y esa garantía, indefectiblemente, debería poseer fecha de caducidad, de vencimiento. Vence la luz, el agua, el gas, el teléfono ¿Quién quiere pagarlos durante noventa años? Un cartelito simple, en letras itálicas, entregado con la partida de nacimiento, firmado y sellado por el administrativo de turno, quizás con la frase “El señor X gozará de vida saludable hasta tal año, a partir de aquí, la garantía vence y no nos hacemos responsables por reclamos. Atravesada dicha barrera espacio-tiempo el Sr. X no debe reclamar más”. Claro, ahora entiendo… porque el reclamo, la queja, seguramente debe ser el motor de esa sobrevida, “el que no llora no mama” …Pero el que no le afana años a la vida no es un gil, no, es alguien que posiblemente se haya ido contento y cantando bajito, quizás son personas que pueden hacer qué se yo, un balance, una valoración del pasado, dejar legado….
¿Qué otra alternativa queda? Bueno, desfilan por mis ojos varias posibilidades, mi suegro, César, con ochenta recién cumplidos, por ejemplo. Se jubiló joven y se ajustó a una rutina apaciguada luego de declarar en repetidas oportunidades que “estos años son de yapa”, el tipo sabe disfrutar del extra, para el César lo que es del César, entonces. En cambio mi abuela, de casi noventa, optó por explorar la variedad. En su juventud y mediana edad: una bruja impune y autoritaria, ahora una viejita edulcorada y risueña. Pudo adaptarse, de lo contrario ¿Se imaginan casi noventa años de concha afligida?
Y todos estos ejemplos le dieron una pista al monstruo Convivir cuarenta años de más con uno mismo ¿no es extenuante? Digo cuarenta porque la mediana edad supondría un cúmulo de experiencias que conformarían una personalidad definida….
Si persiste el deseo de renovar o extender esa garantía, de existir dicha codiciada posibilidad ¿Acaso no debería producirse en consecuencia de ese usufructo saludable una mutación, cambio, progresión, evolución?
Quizás la culpa sea de la jubilación ¿Quién habrá sido el que estableció que uno debe retirarse del trabajo y de la vida? ¿Acaso no se condena al otro a ser sólo un espectador y no un artesano? ¿No se le impone subrepticiamente a ser un televidente de mirada sumamente crítica y obsoleta dispuesto a colapsar salas de espera, sistemas de salud y hasta económicos (como un futuro cercano vaticina)? Además, con sólo revisar el sistema legal alimentamos aún más al monstruo que ya, a esta altura, es enorme: Parece que a partir de los setenta años, una persona es medio como inimputable ¿Pero por qué cuernos? Parece que a partir de los setenta el dictador más amargo puede recrear en la mirada del otro al viejito más adorable, el abuelito de Heidi elevado a la enésima potencia, puede producirse un brillo enternecedor en sus ojos, los bigotes atenazados y displicentes del pasado logran transformarse en su vejez en el bello marco canoso de un rostro dulcificado. Las arrugas del otro son el miedo a la muerte del uno. ¿Por qué la justicia debe desaparecer a partir de los setenta? Quizás esas leyes hayan sido creadas en un estado zen, por yoguies que proyectaron su vejez sobre otros y no pudieron dividirse, abstenerse, tomar distancia o…quizás muchos pensaron, por ejemplo “¡Já!, suficiente castigo es la vejéz ¡tomá!” Suficiente castigo… ¿para quién?

El Monstruo ya es un adulto, un Señor Monstruo y además, hace preguntas ¿Qué mal puede haber hecho un viejecito de bigotes y mate en mano que toma los primeros rayos UV de la mañana en su terraza? ¿Qué desastres y oscuros devaneos pudieron crearse en la mente de la dulce anciana que posa recelosa su canastita en la caja del supermercado?

Al día siguiente volvimos al centro de salud y en la guardia, una embarazada respiraba casi gritando, de pie y rodeada por su madre que le abanicaba los cachetes rojos de hacer fuerza, su marido que la sostenía y otra persona que no logré identificar. A continuación pasamos a la sala de espera nuevamente atestada por la tercera edad. Dos habitaciones; dos puntas de la realidad, dos miradas; dos forúnculos en el culo del mundo. Mientras unos señores piensan en cómo cuernos prolongar aún más los años, y repiten el fastuoso y mentiroso mantra de la calidad de vida, la naturaleza se les caga de risa en la cara; la vida uterina sigue siendo un misterio apenas al atisbo de contados procedimientos y el rito continúa con la ridícula impronta bíblica: “parirás con dolor… y en el medio de una clínica de alta complejidad”.

* Al lector que logre transitar todo este texto se le otorgarán tres años más de garantía extendida “full sobrevida”, pero aclaro: no me hago responsable de las consecuencias.



sábado, abril 21, 2007

"Hoy las musas han pasao de mí"

Fontanarrosa dijo alguna vez que si hubiese esperado a que se le presentaran las musas su familia se hubiera cagado de hambre. Tiene razón. No hay que esperarlas. Sé que los tengo abandonados, transito un período abstinente, más tarde entenderán los motivos, por ahora les adelanto las novedades…
1) Me fui de vacaciones y allí se gestó algo así como un virus llamado Gerontofobia. Actualmente se reproduce con facilidad en mi organismo. Escribí sobre ésto algo muy extenso y creo que horrible, veremos si me animo a reproducirlo…
2) Con Dr. Love nos mudamos de habitación, pero aún escuchamos a Fastidio por la ventanita del baño. Parece que el padre se puso los pantalones y decidió establecer límites para estos dos adolescentes tardíos, muy bien por él, aunque creemos que durará "lo que un pedo en un canasto" (frase de Dr. Love, patente Nro. 5555)
3) Tuve una fiebre de alquiler de películas de acción y el “Plan perfecto” sigue mi favorita. Gran desilusión con “Casino Royale”, era una copia pirata con traducción hecha por infradotados, igualmente no saqué nada de la lectura de labios (ni que los diálogos fueran al menos interesantes), con sólo tres escenas de decadente acción y díganme una cosa; después de ganar una ominosa suma de guita en el póker a los peores terroristas del mundo ¿Ustedes se quedarían en el mismo hotel que ellos lo más panchos cenando a la luz de las velas? Hay que avisarle al guionista sobre la parte de huír hacia las islas Caimán o Fidji y sobre lo trillado de la cantinela en que la chica traiciona al héroe con miraditas esquivas ya desde el comienzo, buá…Si tienen para recomendar algo que me tenga en vilo, por favor…
4) Por algunos inconvenientes automovilísticos tuve que tomar remis seguido. Descubrí que gran parte de la población jubilatoria es empleada de chofer lo cual aumentó notablemente mi fiebre gerontológica invitándome a descubrir el nuevo mundo de los reflejos perdidos. Por alguna extraña razón todos estos señores de sienes plateadas (o deshabitadas) son: imperativos, quejosos y chillones, llegan diez minutos más temprano de la hora acordada y te putean, son de los que no pisan el freno y el auto se desplaza lento pero certero hacia atrás en los semáforos, creen que el derecha no tiene prioridad de paso y anotan en asquerosas libretitas amarillas sumas obscenas como si veinte cuadras fueran el kilometraje a mar chiquita ida y vuelta.
5) Hidrolaqueamos el piso lo cual me instó a preguntarme: cuando los neurocirujanos terminan una operación ¿dejan los retractores puestos, no suturan ni secan la sangre escurrida y a medio coagular ? No, porque todo esto es parte de la intervención que realizan: un buen vendaje y drenaje tienen efectos claramente positivos. Entonces, señores plastificadores, pintores y todos aquellos trabajadores para la supuesta mejoría de la instalación hogareña ¡Limpien al menos los cadáveres de su práctica!
6) Gracias a una chica blogger atenta y considerada ¡Conseguí un libro que está agotado y no tiene muchas esperanzas de reimpresión, al menos por aquí! "Niños en el tiempo", se llama. Gracias Verónica.
7) En cuanto a los Vulnerables. Siguen reuniéndose los viernes en nuestra morada. Los divorcees mantienen su status quo y el Incasable consiguió trabajo, dice que no pasa nada con las bellas chicas que conoce por la noche porque él no quiere, ya les contaré...
8) Clienta de un descubrimiento a dos cuadras; el oasis de una librería de "transitados" (usados queda feo) que no sólo vende a un precio conveniente sino que ¡compra! (a un precio no tan conveniente pero te podés sacar de encima algún bodrio new age que adquiriste). De allí rescaté el clásico de dos tomos "Moby Dick" como regalo para Dr. Love que sin disimularlo giró los ojos a la no me queda otra way y se enfrascó en la odisea tenaz de indagar misteriosas áreas de las embarcaciones y el críptico léxico pertinente a las prácticas de altamar. Todavía murmura improperios irreproducibles en mi nombre pero ¿qué regalarle a un fanático de Asimov?
9) Por último y casi a punto no confesarlo en un ataque de pudor, como la costurerita que dio el mal paso, sí, volví a enamorarme de David Coverdale. Creo que la culpa de todo la tiene su voz, porque lo paso una y otra vez en el auto y pongo caras como si me cantara a mí sola en medio de un estadio vacío con su melena ondulada al viento y...

"No hago otra cosa que pensar en ti (lector) y no se me ocurre nada...."

viernes, febrero 23, 2007

Fastidio y su consolador oral I

"A la media noche me puse a cantar, y todos los cantos me salieron ...mal"

El sábado durante la cena una voz tras los confines de esa maldita pared compartida se hizo oír inmediata, crujiente y con varios decibeles de más: La de Fastidio.
No contenta con despotricar contra su novio infinita y asexuadamente, exiliar a su labrador y quedarse con un pequinés ofuscado (más acorde con su estética...y aún desconocemos si no es en realidad que asesinó al pobre labrador), sodomizar a su hermano y a su padre, adueñarse de mis expensas, libros y correo interesante con la excusa de no distinguir entre las iniciales de nuestros departamentos, dejar la basura en la puerta para que no se llene de mosquitas infectas su palacio de diosa abstinente, pegar portazos para expresar su incansable disconformidad metafísica diaria... No contenta con todo esto, aceptó entre gloriosa y apabullada el nuevo regalo de popá: sí...un karaoké.
Popá seguramente dio cauce a la sugerencia de algún psicólogo guestáltico que atiende a la familia quebrada hace años por la separación: sería altamente recomendable para su hija la catarsis que permite ese consolador oral llamado micrófono. Y como popá quiere lo mejor para sus hijillos, el Corto y Fastidio, no dudó un minuto en acarrear el lujo importado desde miami (porque popá viaja mucho).
Pero el psicólogo guestáltico no pensó en sus pobres vecinos: Dr. Love y su bien amada Vera y en sus preciados instrumentos de trabajo: los oídos de la que suscribe y las bolas del que la ha desposado. Mal hecho por el guestáltico, debería, al menos, considerar el campo ¡forma y fondo man! El ABC guestalten...
Ya a las diez de la noche pudimos realizar una degustación auditiva de los fraseos de "More than words" con que Fasti daba por inaugurado el nuevo chiche. Con todo el caudal histérico proveniente de desgastadas cuerdas vocales, la diva fue catapultando uno a uno disfónicos covers en inglés y castellano. No sabría nombrarles más títulos pues francamente, no se entendía nada. Trato de encontrar la manera más aguda de transmitir por escrito el cúmulo de matices confusos de esa voz, de lo provocó en mí. Algo entre aullidos de lobo desgañitado, quejidos de hiena en celo, gorjeos de una infancia caprichosa de destete postergado, deseos sexuales reprimidos, risas pavas y palabras informes arengando a un grupo de chillonas amigas espectadoras.
La resignación nos llevó a la cama. Con ilusión ingenua hasta cerré los ojos, hasta me dormí. Pero la vasta presencia de Dr. Love quedó prendada a un control remoto insomne. Entre transpirada y en un grito desperté al contexto pesadillezco: "La Farolera" y el "Arroz con leche" estaban desollados y Fastido les había dado entierro endemoniado con la lápida de su instrumento malogrado. Con unos quejidos que Dr. Love sólo entiende, blandí el primer almohadón y lo arrojé contra la nada "¡Basta! ¡Por favor Basta!". Dr. Love se puso de pie inmediato, su desnuda presencia bien torneada ya de pie, se cubría las partes más nobles con un short mientras aplausos y chillidos provenientes de unas adolescentes tardías, pedían más a la improvisada animadora.

Continuará...

jueves, febrero 08, 2007

Frases robadas en los jardines de Eros

Cuando se comparte un tiempo considerable con la misma persona las distancias se acortan, las puertas para hacer pis se abren, los sueños se multiplican por dos, nos damos cuenta que los ronquidos no se aminoraban con codazos inconscientes, que alguien mantiene diálogos en sueños y otro contesta para tratar de develarlos, que un día lluvioso puede ser el embole más grave del universo o una franca excusa para "acovacharse" y morfar y "verdearse" con la película más pedorra de cable( de entre todas las opciones pedorras ofrecidas). Descubrimos que el otro es un tratado de Joyce y Proust a descubrir, o un pasquín berreta vendido a uno con setenta y cinco en la esquina de tu barrio. Nos encontramos con el tarotista interno que predice un futuro lejaaaano de batón, chancletas y mates compartidos o una guerra de los Roses en decadente versión senil. Complacientes, nos damos cuenta que podemos llorar de a dos, que las mujeres sí, nos tirábamos pedos (luises, robertos, de todos) y que los hombres, muuuy de vez en cuando, nos roban esa cremita cara, pero sólo para la piel desgarrada por el sol del verano eh. Cuando compartimos un período significativo con un otro aún más significativo (y no hablo del "Uf una bocha de tiempo" año y medio de noviazgo adolescente) sufrimos, palpitamos, reconocemos que algo del uno ha quedado plasmado en el otro y visceversa, para siempre.
Toda esta introducción para decir que he descubierto, mis queridos amigos y lectores, que Dr. Love se ha apropiado de mis métodos calificativos.
La otra vez, durante la cena en la mesa (porque hay cena en la cama y cena "Simpson"), hablando de alguien que no viene al caso, mi amado macho conviviente arroja "Es un psicópata de poca monta*...", frente a mi sorpresa. Claro, tengo que explicarles que mi forma de dirigirme a algunos entes humanos ha evolucionado en forma nosológica. Tengo nosologías para todo tipo de individuos despreciables y "psicópata de poca monta" es una. Luego, al día siguiente, cenando en la mesa, esta vez mirando un show norteamericano sobre aspirantes a cantante+ídolo, conmovido por el lamentable espectáculo de un pobre muchacho Dr. Love afirmó "Tiene un narcisismo a prueba de balas*" Otra frase patentada por mi persona.
Ahora la duda me invade, porque ustedes habrán visto que a esta altura a la gente se le da por patentar todo...Ustedes qué piensan ¿Le empiezo a cobrar un peso por cada nosología robada?

* Psicópata de poca monta: Aquel que quiere ser psicópata pero que no le da el cuero, y se queda volando bajito en los terrenos de la psicopatía. Pueden incluír en esta categoría a estafadores, mentirosos compulsivos, jefecitos con aires de grandeza, etc. No así a políticos que han conseguido altos cargos gubernamentales, asesinos seriales, médicos de obra social, escritores famosos aburridos, etc.

*Narcisismo a prueba de balas: Aquella persona que se cree poseedora de una personalidad grandiosa y no acusa recibo cuando por ejemplo Paula Abdul o Simon le dice "No naciste para cantar". Chicas, pueden incluír en esta categoría a la famosa fea que se cree linda y hace poses ad hoc.
Esos que nunca, nunca pero nunca permiten una acotación pero te torturan con la interminable historia de sus vidas aprovechándose que uno es psi y no puede interpretar fuera del área, a esos deleznables individuos que hacen daño y luego te dicen "Ayyyy, no me dí cuenta". A las señoras que van con el paraguas abajo de los techos, engreídos peluqueros de barrio, caniches toy, fox terriers, vedettes peladas y gordas, psicoanalistas mediáticos, médicos de obra social (pero habría que hacer un diagnóstico diferencial, eh), señores que sacan el brazo por la ventanilla de su auto (son todos hombres y tengo pruebas) y lo dejan ahí para siempre, los que meten varios "yo" en una frase, los que dicen "estoy aquí por mi trayectoria" cuando todos sabemos bien que no....Y sigue

viernes, enero 26, 2007

Cuaderno del 2003 I

Me encontré un cuaderno viejo...Me hizo reír cuando leí
"Si cada óvulo es como cada amor
genéticamente programado"

Tengo más (óvulos y cosas del cuaderno, je)

martes, enero 23, 2007

Filósofos contemporáneos y La realidad

Discuto con mi analista: Felipe, el de Mafalda, era un vago. Ella, tan semblante como siempre me responde "...me parece que era el filósofo de la barra...". Vuelvo a casa y desesperada voy a las fuentes: Mafalda 1, 2, 3...Todos los tomos amarillentos que Dr. Love supo guardar cariñosamente durante tantos años...Y ahí veo que ella tenía razón...Incrédula lo leo: "He decidido enfrentar LA realidad, así que apenas se ponga linda me avisan"

miércoles, enero 17, 2007

Territorios

Cada vez más pienso que el amor es una cuestión territorial.
Cuando leí El Vicecónsul, esa recorrida por el desierto junto al Mekong. Ese viaje para dejar a su hijo en otras manos.
Cuando transito mi duelo. El duelo es para atrás ¿no? Una tierra devastada, consignar ese espacio. Resignificar, estamos hechos de esa madera. Uno vuelve para atrás creyendo que va para adelante.
Cuando mi amiga me dice que él no le dice, y la invito a preguntarle, a entrar en ese territorio.
Cuando ocupo lugares de la casa y Dr. Love se queja "vas avanzando... ¡ocupás todos los cajones!" y le respondo "como en el amor y en la guerra".
O aquella vez que aquel otro reservó dos estantes, un amor mezquino de
dos estantes para esta humanidad que necesita más de un placard, a lo sumo.
Cuando dejo de hacer algo y los otros ocupan ese espacio.
Barbazul era uno de mis preferidos, ella se casa con él, que le da una advertencia "usá todo menos ésta habitación", por supuesto que luego todo se reducirá a esa habitación prohibida, que contiene los restos de los otros amores que quisieron entrar. Imposible decir aquí no.
Se mezclan los libros y las cosas. Hay pérdidas para encontrarse con esa diferencia, la historia que le contaste y recuerda. Pequeñas irrupciones en las rutinas consagradas "Pusiste ese jabón ahí para que no me lave las manos con detergente". En el juego de las escondidas, hallazgos imprevistos.
Por ahí leí que Kristeva dice "donde hay amor hay palabra" yo creo que hay silencio, la no-palabra. Entonces me callo.

sábado, enero 13, 2007

Igual a todas

Estoy en la ducha y ya los escucho.
Se mueven sillas y la mesa de vidrio (que luego será apaleada impunemente para demostrar un punto, incitar a la discusión por la discusión misma o acompañar una verborragia interruptus) se abre para hacer el lugar relativo que puede lograrse en un modesto living urbano. Mientras apalean sillas existentes e inventan otras, gritan, se critican y algo dicen del baño. Seguramente se quejan por tener que usar el diminuto, pienso. Llegaron, son ellos, Los Vulnerables, los amigos XY de Dr. Love. Cada vez suman más a sus huestes, poblando la manada divorceé del mundo. Y la historia se completará una y otra vez.
La ducha es mi lugar favorito de meditación (está claro que no me habita la originalidad), entonces levanto la cabeza y pienso cómo sería tener un hijo varón, como ellos, o mejor* ¿qué han hecho sus madres para que odien tanto a las mujeres? (menos a mí, claro, es la declaración de cortesía del grupo: que soy distinta a todas, por supuesto, una afirmación tan obvia como manzana madura...).
He escuchado en pocas mujeres el deseo de tener un hijo varón, la mayoría se inclina hacia niñas y la promesa de volados rosas y perfumes que ellas traerán. No entiendo, porque un varón vendría a ser como la completud fálica ¿no? Pero claro, una niña ofrece la posibilidad especular de género completa, y esa pequeña falla freudiana (técnicamente llamada vagina) compartida no es menor…Los Vulnerables fueron abandonados, por mujeres. Ellas los obligaron a tener hijos, comprar una casa, y, asegurada cierta estabilidad, económica y emocional, les dijeron adiós. Realidad tangible: casa, hijos. Realidad intangible: estabilidad emocional.
Los escucho hablar desde su mundo sobre el mundo femenino “ellas te ven y la los cinco minutos saben si van a estar con vos” “ellas son más inteligentes”, claro que cuando algo se torna tan grandioso puede llegar a convertirse en amenazante. Sonrío por dentro mientras envuelvo el pelo en un toallón, esa necesidad de causarles una brecha…He intentado introducir la relatividad durante las pocas ocasiones en que me senté a escucharlos, pero es rechazada dicha postura, las certezas mandan y todas, todas son iguales (menos yo, claro, claro. Me agarraría de la famosa tautología de Platón, pero ojos que no ven…).
Sondeo en el pasado ¿Me habré enamorado de alguno con ese tipo de misoginia? me respondo que nunca lo sabré. Sí me enamora ese otro, el que se sienta luego de servir pizza a la manada y opina que sí, que las mujeres somos inteligentes, que él quiere hijos y exclama qué lejos que está de las experiencias que los otros cuentan..."Qué vivo, Vera es distinta a ellas"
¿No será que Dr. Love puso los ojos de distinta manera para verme?

*Valga el fallido

lunes, enero 08, 2007

Mi abuela es lacaniana ¡Tomá!

No es que sea abandónica, es que me encuentro enredada leyendo el seminario 21 de Lacan llamado "Los incautos no yerran" o "Los nombres del padre", polifonía simbólica de las palabras o... toda una complicación psicoanalítica, qué quieren que les diga. Dr. Love es fan de Lacan, yo, por mi parte, adoro al viejo, Sigmund (La otra vez Dr. Love pinta en casa con la compra de súper, saca los tesoros y me muestra orgulloso "mirá mi amor lo que traje". Lo único que veo es un recipiente redondo plástico con cucarachas marrones adentro "¡Noooo, son dátiles mi amor!". Los miro con asco...
"¡Los comía Lacan con el té de las cinco!", "Bué...Los pruebo", gusto a cucaracha "¡Pero lacan los comía frescos, nene!...Estos son disecados, qué asco...." Y así transcurren nuestros días cotidiano-psi...En fin)
La cosa es que en el seminario que les nombré el francés se deriva de una palabra a otra, por ejemplo: "dupe" en francés es incauto, algo así como tonto, pero también es un pájaro de apariencia estúpida. En un momento ya delirante, en donde una palabra puede significar mil se pudre y dice "má sí, yo no vine a hacer etimología acá" Y sigue con otra cosa. Pero lo más interesante es ésto: "Hay que ser incauto* " dice "Para todo lo que tiene que ver con la vida y al mismo tiempo con la muerte, hay una imaginación que no pueden soportar todos aquellos que se quieren no incautos, y es esto: que su vida no es más que un viaje"
El flaco dice que hay que ser tontos, ingenuos, ajustarse al inconsciente, asociar librementa, errar, vagar, considerar "el viaje".
Mientras leo y quedo extenuada ante tanta referencia a Husserl, Spinoza y cuanto ser filosófico se les pueda ocurrir, de pronto, suena la voz de mi abuela diciendo "Hay que hacerse el otario", y me queda bien claro que sabiduría lunfarda le gana a traga-dátiles compulsivo.

* Incauto: Persona a la que se hace caer en la trampa sin que tenga la menor sospecha de ello.