lunes, agosto 13, 2007

Como el pan

Los efectos de estar casada con un hombre esencialmente bueno:

-Que te llamen por teléfono para hacerte una encuesta sobre la encuesta que él contestó un día antes.
-Que te llamen por teléfono para invitarte a un lugar misterioso pues ganaste algo (seguramente una charla para venderte algo) en la encuesta que él contestó en el subte porque “estaba medio dormido y bueno, no me molestaba contestar un par de preguntas”
-Tener que asistir como mera espectadora a la sucesión de años en que su hermana repite que pagará la mitad de regalos de cumpleaños, días de la madre, padre de tus suegros, sin hacerlo.
- Que sí atienda a tu madre de que lo llama al celular en los momentos más oportunos, todos los días desde que es abuela
-Que se banque que tu madre caiga de sorpresa en tu casa todos los días…desde que es abuela
-Que se acuerde de comprarte tu postre favorito, tu yogurt favorito, tu corte de carne favorito, tus afajores favoritos cada vez que va al supermercado
-Que vaya al supermercado
-Que entienda las indirectas estilo “¡Ay, me olvidé el vasito de agua!” y lo traiga mientras te acostás
-Que haya asumido que cambio de cincuenta es cinco de diez y no solicitar a cambio los cincuenta.
-Que sus amigos le deban dinero por años y que mientras le cuentan a qué lujos accederán gracias sus nuevos trabajos él les diga que “realmente le duele que no consideren seriamente pagar la deuda”
-Que sea interlocutor de su madre y hermana, porque ellas nunca podrán comunicarse entre sí
-Que guarde el último pedacito de todas las cosas que te gustan en la heladera, menos el último trago de coca, ahí se ganó la patria potestad
-Que no haya faltado ni una vez a una ecografía o cita con el obstetra
-Que en la madrugada del día del padre, con la excusa de fumarse un cigarrillo, salga y regrese con un ramo de rosas con una notita agradeciendo haberlo hecho papá…

Continuará…