martes, octubre 04, 2005

Lo Siniestro o La omnipotencia del pensamiento

"Sólo el factor de la repetición involuntaria es el que nos hace parecer siniestro lo que en otras circunstancias sería inocente, imponiéndonos así la idea de lo nefasto, de lo ineludible, donde en otro caso sólo habríamos hablado de "casualidad"
Freud, Sigmund en "Lo Siniestro" 1919

De jueves a domingo en un Congreso en la costa. Perspectivas: fantásticas. Llegamos a Retiro, perspectivas... un tanto opacas al ver a la Rottenmayer, Patty y Dra. Conchudis en la estación. Mi amoroso compañero afirma "vos divina! saludá y listo" le respondo "ingenuo, el saludo es perimido fuera de los límites de Alighieri". No me equivocaba, a solo cinco centímetros de distancia están charlando (siempre sobre lo mismo, la patología es circular) intento el ademán universal pero ellas, ni se percatan de mi presencia, intento gestos introductorios, imposible, ignorada. Decido no masoquearme más. Lo único que falta es tomar el mismo bondi. Por suerte no, me lo advierte en lenguaje mudo, mi dulce concubino, al despedirme jocosamente, a través de la ventanilla, "se toman el que viene" gesticula con los labios. Felíz y reposada duermo hasta llegar a la playa.
En el hotel, un dulce caballero de la recepción me explica que por el congreso, sólo han habilitado habitaciones cuádruples, o sea que tendré que compartir mi soláz alojamiento. Interrogo a mi alterego "Quienés serán los otros tres?" Mientras subo en el ascensor, mientras recorro las dos habitaciones con dos camas cada una, mientras saco la banda que cubre y potege al inodoro, medito "Quiénes serán los otros tres culos?" Sigo adelante, no hay tiempo, me cambio los atuendos, son las siete y media, bajaré a tomar algún tentempié antes de comenzar la ajetreada jornada de congreso, pero...me maquillo en el baño y ya no hay dudas sobre mi suerte, una certeza siniestra se mece en mis neuronas "Mis compañeras serán ellas, la brujas de Alighieri!" Cierro el brillo de labios con prestancia mientras elucubro una idea genial "Detesto el pucho, ellas son chimeneas brujeriles andantes de pieles opacas por la nicotina, encima...estoy embarazada! Todo el derecho de solicitar nuevos roomates..." Animada por la nueva idea, presta a explicársela al gerente, me detengo a escuchar. Alguien intenta meter la llave, manipula en forma insistente, las mías se mueven, en un fallido anticipatorio las había dejado puestas. Escucho voces, son ellas. Abro la puerta. Adelante, con llaves en mano, el bellboy, detrás: las tres bitches...Decido dirigirme al pendejo, para qué molestarme en un saludo fingido
-Sabés, me olvidé de decir en recepción que estoy embarazada y soy alérgica al cigarrillo...
-Ah!...- El pibe hace ademán de entrar, como si le hubiera dicho que afuera llueve...
-Y ellas son fumadoras...-Agrego para que se percate de una vez, interponiendo la entrada, el cuerpo habla, hay que explicarle muchas cosas a este pibe!
-Verita!!! Qué tal!-Patty se asoma, haciéndose la reboluda
-Sí, "qué tal" es lo que intenté decir en Retiro, pero jamás me saludaron. Flaco, no podemos estar juntas en esta habitación...
-Bueno, pero hay dos habitaciones...-La Rottenmayer se retuerce, un pellejito le sale del párpado, esta es la época en que cambia la piel
-Bueno...-La Dra. Conchudis (remember? la que en capítulos anteriores me había negado la beca, para luego ofrecerla impune a mi amigo Kiné) entra haciéndome a un lado mientras zumba-Somos tres contra una (esta vez le dejé pasar los significantes, pero la próxima se los señalo hasta descalabrarla!) somos mayoría, andá a la recepción y quejate-las dos las siguen en mutis con sus valijitas a rueditas, se meten en la habitación y desde allí sigo escuchando mientras junto mis dos bolsos en la otra-Total llorá un poco, decí que te cambien...a las embarazadas siempre les dan bolilla!...-
-Sí----Tenía ganas de agregar algún comentario inolvidable, pero me salió seco el monosílabo, el pibe me sigue, no me deja cargar mis bolsos, por suerte, la caballerosidad no ha muerto
En el ascensor
-Ellas fuman como chimeneas, viste...
-Sí...pero tampoco se lleva muy bien con las señoras....
-Es cierto...
Ya en la recepción, otros caballeros aguardaban, dispuestos a ayudarme, gestionaron otra habitación, también cuádruple. Intentarían evitarme compañeros fumadores o conchudos, pero nada estaba asegurado. Me fui al congreso.
Por la noche, regresé empapada por la lluvia, deseosa de saber qué sorpresa me depararía el destino. Nadie había ocupado la morada, decidí irme, decidí elegir, y no que eligieran por mí. Al otro día llegaba una amiga. Busqué un hotel barato, en el centro. Y todo transcurrió pacíficamente.
El día de cierre, los fotógrafos exponían las fotos de los concurrentes, en toda una pared, mucha gente comprando su propia imágen, decidimos curiosear. De pronto, algo imperioso me llama, son tres caras de orto, de brazos cruzados, sentadas escuchando alguna mesa...pienso "mierda, sorete y bosta..." me río, le muestro a mi amiga "tienen una cara de brujas!!!!" exclama...Algo así como la creencia aborígen: en la foto está la visión del alma...Y sí

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