sábado, noviembre 24, 2007

Insensé

Una bolsa de recuerdos.
Este como el más fiel.
Tomando aire en una galería, afuera del trabajo. 1995.
Pasa una pareja de viejos, me entregan un sobre, sonriendo.
Lo abro. Poesía y una tela que dice que la puedo oler. Es él. Aparece entre la gente. Claro, su cabeza sobre todas. Lo abrazo.
Ah...las huellas del amor.

2 comentarios:

Diego dijo...

¿Aún hay vida en este blog? Se la extraña, Doctora ;)

Unknown dijo...

Es verdad. Un año en algunos casos es demasiado tiempo. En otros, como este, es directamente una eternidad.