miércoles, noviembre 02, 2005

Psicoanálisis VS. Yoga

He aquí que intento tomar clases de yoga para embarazadas. Figúrense la escena: primer día, algo así como una veintena de preñadas, yo tratando de hacer los ejercicios, en uno de los lugares más famosos de yoga, en fin: "el lugar". Ya no me cayó bien el "Verita" con el que me saludó el profesor (también director, no si cuando me las busco es en las altas esferas de poder!). Pero el tipo se ganó todo mi odio al pedir que las dos nuevas paguemos un "fee" por serlo al final de la clase: léase canción de cuna elegida para tu hijo/a pronto a nacer. La otra nueva cantó andón pirulero...Sobrepasando la vergüenza ante extrañas, decidí entonar una estrofa de "Tiny Dancer" de Elton John, la que escucha mi hija desde la panza. Ahí el tipo elevó su voz diciendo que cómo le cantaba en inglés, que eligiera algún top ten como "qué linda manito" y otras versiones, en fin, protestó tanto, que le dí para que tenga y reparta: que en realidad importaban otras cosas como la dulzura del tema y el sentimiento (no el idioma) y que, después de todo, a mi hija le gustaba ese tema (!), que uno aporta su mundo de significados para que después sus hijos elijan, hagan lo que quieran con eso que les damos. Todo parecía terminado, pero no, los idiotas no cejan. En la siguiente clase, osó repetirme "Verita", diminutivo que ya le expliqué que me desagradaba, y también, al hacer un ejercicio, corregirme diciendo que me faltaba flexibilidad, agregando impunemente que la flexibilidad del cuerpo expresa la de la mente, mi contestación desde el suelo: "Entonces hacé el ejercicio vos!", mientras una colega, me miraba consternada de reojo. El tipo se la está buscando, creo que le molestó que sea psicóloga, o mi cara. Me importa un cuerno. Ahora le voy a molestar más, ya me lo propuse.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Notable el enojo del profesor por la canción, y a continuación el reclamo de "flexibilidad"...
No le tengo que enseñar a usted el término "proyección" ¿verdad?

Beso!

Vera Finkelstein dijo...

Por supus que no, my beloved!
Pero bué, tenía que escracharlo, si usted lo viera lo odiaría tanto tanto como yo.
Besos!