jueves, julio 20, 2006

Amigos

"Cualquiera puede simpatizar con las penas de un amigo, simpatizar con sus éxitos requiere una naturaleza más elevada".

Aquella frase de Oscar Wilde es una condición que aprendí, durante estos tiempos, un requerimiento para ser amigo, pero además...
Algo más bien aristotélico que siento al respecto; cuando elegimos y somos elegidos para compartir vidas, ellos se convierten en testigos de las mismas...
Hace un tiempo le escuché decir a Nora Ephron en una entrevista "In a good movie the characters change" (en una buena película los personajes cambian). Para mí, un amigo es aquel que, imperceptiblemente, te cambia. Y no cambio en el sentido cognitivo de la cosa, cambio capitalista, cambio por que sí, sino cambio como revolución, revuelta interna, descubrimiento y sorpresa...
No suelo creer en los días pautados (día de la madre, día de la radicheta, día de la escarapela...) pero, esta mañana temprano, un mensaje se coló en mi celular, decía "quiero ser la primera..." Después otros. Mientras atendía, el teléfono empezó a sonar, y escuché más mensajes, entonces pensé por qué no...Vamos con todo...
Sin nombrarlos, diré quienes son testigos de mi vida y que, a su vez, me hicieron testigos de las suyas... Sabrán reconocerse en estas líneas...

Mi amiga- hermana, esas de las que abren puertas, la de completa entrega, la buscadora incansable, hemos estado yo al borde de su cama y ella al borde de la mía, teléfono candente, viajes, hombres. Me enseño el lenguaje de la amistad y se probó en el fuego de la alegría y en el más allá de la pena...

La loba, historia y poesía, aquella que se deja contagiar por mi risa, que una vez dijo que era con un aleteo en los hombros. Dulzura inmensa, con ojos que he visto en el mar y en algunos acantilados. La inglesa, la del té, la que me cuenta historias, la Sherezada de mi vida.

El, desde siempre, en todos lados, donde le digas, puede estar, testigo una vez, de cerca, luego de lejos, hoy otra vez en este continente. Nos encontrábamos en las bibliotecas, a deshoras, en la facultad. El, siempre, caminatas sin destino, incondicional.

Ella, la de las leyes, la de su palabra es promesa, lecturas compartidas, silencios y fidelidad, nada de grises. Comida china, mismo lugar, mismo día, cine y lágrimas.

Ella y Maguerite, donde hay un dolor pone una palabra, hechicera, adivina, su nombre: "la que tiene posesiones". Ella sabe, y cómo, hace lugares, crea nidos, es mujer y es pájaro.

La que sabe quebrar el llanto e invita a Gala. Me acompañó en el deseo y también me lleva por el camino de dejarlo ir, para tener nuevos. Muy pocas palabras, sólo elegidas. Hoy se cumplen seis años de nuestro primer encuentro, y me cambiaste por ésta que es mejor que la otra de ojos tristes.

Ella me salvó en Mar del Plata, generosa, la verdad a flor de piel, impulso y pasión. Cenas compartidas, comer poco hablar mucho, una combinación que a la madrugada...da mucho hambre!

Lo ví una sóla vez; yoga y guitarra, la cual toqué por un tiempo, creo que aún no lo sabe...Loco, loco...amable. El me lee siempre. De ese lugar hasta acá, sólo el Atlántico...

El supo lo que nadie: desenredar este pelo, paciente, nudo por nudo. Parece que no escucha, pero sí, y puede estar, para mejor.

Este otro está siempre en este día, dice que eligió ser mi amigo, yo creo que se lo ganó...Para estar con él hay que entender esa ciencia misteriosa de dejarlo irse y regresar, intentar retenerlo sería un acto torpe. Hay que tener los brazos siempre abiertos. Frágil, sensible. Destiempos que se han vuelto tiempo.

Cuando la conocí aún lloraba a su madre, le dije que no se fuera, que se quedara y lo hizo. Aventuras, risas, aquellos anteojos comprados de urgencia en una farmacia, coherencia, fidelidad, cicatrices en el alma.

El no está más. Sus ojos petróleo vuelven de a ratos. Dejó libros y poesías, me llamaba su maestra, pero sin saberlo, fue el mío. La promesa de café inquebrantable en las mañanas... Dos días antes, por teléfono, le prometí un "nos vemos", no sabría que esa sería la última vez que escucharía su voz.

El dice que jamás tuvo la intención de ser mi amigo, pero le insisto con que lo es. Complicidad, charlas, pies fríos y una historia de amor.

Mis últimas adquisiciones:

El, siempre atento, inmediato, sin miedo, coraje, serenidad e impaciencia, un cocktail único...Me debe un café, como siempre...

Ella, prolífica, siempre lista, tiene un sueño, y algunos me dirán ¿quién no? Yo le digo que sí, flaca, porque sé que sí...Avanti.

Y ustedes...

5 comentarios:

Unknown dijo...

Si soy el único link que figura con el enorme honor de incluir la palabra "amigo", no podía dejar de ser el primero que deje un saludo acá.

Besos enoooormes en tu día!

De parte del blogudo y del que le maneja los hilos.

Vera Finkelstein dijo...

Besos para vos!!!
Qué hilos...soy lenteja...

Vera Finkelstein dijo...

Hacéte cargo: me debés un café!

Cruella De Vil dijo...

Ayyy!
Y sho jui la primeraaaaaaa!
Esaaaa!
Qué champion!
Feliz Día Veritaaaaaa!
Sueño... tengo, es casi la 1.
=P

la enmascarada dijo...

Feliz Día Vera!