lunes, marzo 27, 2006

El aryentain que no miramos

Decido desempolvar a la inglesita que llevo adentro. Rindo exámen, me insertan en un nivel aceptable, voy a la primera clase. Todo muy bien, what´s your name y todo eso. Hora de desembolsar para comprar los libritos ad hoc. Me ubico en la fila, charlo con los nuevos compañeros, compran y se van. Me toca a mí. Nueva Compañerita se ubica a mi lado. Pido el libro, tengo la guita exacta, la chica se confunde y le entrega los libros a Nueva Compañerita. Le pago igual, total. Me da los libros a mí también, dice que se confundió, saca el ticket, me lo da y expende otro. Le doy el ticket a Nueva Compañerita que tiene cien pesos en la mano "se confundió, este es tu ticket". Lo rechaza, le da los cien, y dice " pero el vuelto de los cien pesos es mío". Como si en tanta confusión que ella causó por colarse, la quisiera afanar estilo nueve reinas. Lo único que me faltaba. Freud al rescate: proyección pura de Nueva Compañerita que se mandó la avivada y cree que todos son como ella. Que lindas las revelaciones del inconsciente.

3 comentarios:

Noe dijo...

Ajjjj! Hateful hateful people!

Unknown dijo...

Es como decís vos y, siglos antes, alguien más:
"El ladrón cree que todos son de su condición."

Vera Finkelstein dijo...

Claro!
Ya me vengaré, voy a desarrollar un gusto particular por la venganza que nunca tuve!!!ahhggg