martes, mayo 02, 2006

Pobre Dr. Love

Lo había hecho antes. En variadas ocasiones había despertado abrazándolos, llamándolos al silencio. Otros, habían sido arrojados al piso, mostrando la hilacha china, en anémicos resortes e irrecuperable funcionamiento consiguiente. El azul metalizado aún sobrevive, lo único reprochable es la función "snooze" ¿Alguien ha practicado un deporte más avanzado que el znoozing matutino? Si tan sólo tuviera la hermosa posibilidad de determinar los minutos (por ejemplo diez... o quizás quince para no forzar a la suerte) sería una avezada sznoozer de por vida. Pero él había descubierto y arruinado el deporte, colocando varios adminículos rodeando el lecho. Celular con música cachengue, tan inapropiada para el estado de sopor, el adorado azulino presto al abrazo y como última, pero más meritoria y eficáz alternativa: el teléfono.

Vera Te amo...
Dr. Love mñmmmasommeno....
Vera ¡¿Cómo más o menos?!
Dr. Love Me puteás cuando te despierto...
Vera (cancherita) A ver... ¡Cuándo!
Dr. Love ¡Ayer!
Vera ¡No lo recuerdo! ¡¿Cómo te puteé?!
Dr. Love: Atendiste el teléfono y me dijiste ¡Malo!

Se ve que en estado incosciente soy absolutamente creativa si de puteadas hablamos...

3 comentarios:

Leandro Fernández Miró dijo...

que producción estos días... se nota que le va bien la vida

Cruella De Vil dijo...

Verita:
Una víctima, un santoooo!
Y sí, no me canso de repetirlo...ENCIMA PLANCHAAAA!
No hay caso, el Dr. Love es FERPECTO.
=)

Vera Finkelstein dijo...

Leandro:
Me va mejor...me va mejor...luego le cuento...Igualmente la vida no me va ni ahí, Lean, es por eso que he decidido cobrarme Venganza!!!!

Cruella:
Y sí es perfecto...¿o no me lo merezco??? Trabajé muuuucho antes de dar con Dr. Love, sufriiiiii, hasta que lo encontré...muejejeje...