No veo nada

Las hermanitas Selma y Patty ya tienen su consultorio, claro que había que sacar al psicólogo que se encontraba allí y darle otro destino, lo cual hizo La Doctora, creo que para apaciguar las ansias territoriales de las chicas. Ahora sí van a poder atender a los pacientes invisibles que esperan horas, hasta días, sentados en las sillas inexistentes de la sala de espera de los imposibles. Qué cosa, la gente no entiende que, después de haber visto Sexto Sentido, uno empieza a comprender la realidad: los fantasmas también hacen terapia.