"Me llamo Pierre. Y no por casualidad...Y así sobre esta piedra fue donde mi madre edificó su iglesia..."
"Hasta qué punto nos determina el peso del nombre que marca nuestro lugar en el orden simbólico?
Cuando uno se llama Littré y acepta su destino, ¿es que puede hacer otra cosa que no sea dedicar toda su vida a la elaboración de un diccionario? Y a la escala del tótem-léase significante-para una familia, un clan, un pueblo, una etnia, ¿de qué modo la palabra que les distingue y les reagrupa influye en su comportamiento? "
Extraído de Pierre "Piedra" Rey "Una temporada con Lacan".
jueves, septiembre 15, 2005
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
1 comentario:
Por supuesto que nuestros nombres nos signan: un buen ejemplo de ello son los hermanos Shocklender (lender: el que da; sustantivo del verbo "lend").
Publicar un comentario