miércoles, enero 04, 2006

El gato que no ganó el Oscar

Por fin tuve tiempo de ver el maldito final de "Breakfast at Tiffany´s", por fin la volvieron a pasar por Cinecanal Classics, se hizo rogar la muy indecente, pero me senté con toda la licencia que mi maternidad me permite y me dispuse a no perder un detalle...Deberían verla, una reliquia de 1961, y hay algo que realmente me conmovió, no es una broma, no. Me sorprendió el personaje de Cat, jamás ví a un gato laburar tan pero tan bien, o es mérito del director (Blake Edwards), o acaso la verdadera dueña del minino fuera Audrey Hepburn, motivo por el cual se los vea tan a gusto en las distintas escenas. La cuestión es que el gatito, de esos amarillos, peludos y compradores, se actúa todo. La parte de la fiesta, asustado entre la gente, saltando entre las bibliotecas, el exquisito momento en que a ella le agarra un ataque y rompe todo, incluso una mesa donde Cat reposaba, el bicho sale despedido por los aires y se cuelga del placard con todos los maullidos pertinentes, luego literalmente por toda la habitación, agregando dramatismo extra. Pero lo imperdible es el final. Ella, una clásica histérica que se llena la boca diciendo que quiere ser libre y que patatín y patatán, lo abandona a Cat (argumentando que él debe ser dejado en libertad, ja, y el tipo quizás sólo quería una sabanita calentita y un buen plato de atún...) en un callejón en medio de la lluvia: plano de la cara muestra: bigotes empapados, maullido desgarbado, carita entre las rejas negras de una baranda, ojos contemplativos de pobrecito, pelo mojado a chorros...Hasta que ella, loca como buena histérica grave, regresa a buscarlo, a los gritos y llorando en medio de la lluvia, y el tipo aparece entre cajas, con un maullidito como diciendo "acá, nena!", la mina lo alza, abraza y estruja, los dos empapados, y, créase o no, los espectadores podemos apreciar la cara del felino disfrutando realmente del abrazo y dejándose hacer nomás, a piacere de la Hepburn, entregadísimo, para luego quedar en el medio del beso que le da George Peppard (el galán que cae en la trampa) a la chica, y el camarógrafo acerca el plano, con la cara de Cat, en medio del menage a trois, ni miau, muy a gusto. Imperdible, les recomiendo que la vean. No sé si es mérito del director, del camarógrafo o del propio Cat y sus dotes actorales. Y eso que no existía la animación computarizada, eh...

2 comentarios:

sauria es una mutante! dijo...

jajajaja! vera, de verdad que existe una película con esa trama?? me muero por favoooorrr!! ya mismo veo si la puedo bajar de internet!
Es lo que necesitaba para convencer a Homero de adoptar un gato, el tipo se hace el recio pero después moquea mirando la película y se apiada de todos los gatos del planeta.
excelente!!

PD: No te pierdas Babe, el chanchito valiente, una de mis preferidas de toda la historia del cine universal, jajajaja :) :)

Vera Finkelstein dijo...

En realidad la trama de "Breakfast at Tiffanys" no es sobre el gato, el gato es sólo un personje secundario y acaso una víctima de su dueña, yo me centré en él porque me llamó la atención.La dan en Cinecanal Classics, es efectivamente un clásico basado en una novela de Truman Capote.
Este Homero, no podía ser menos, ja!
Ya ví Babe y la amé, me gustó más la primera que la segunda, conste!