Verán, estoy descansando de Alighieri, pero es tanto su poder, que durante la noche sueño con él. En mi, podríamos decir, pesadilla, Selma me daba una "tarjeta de pertenencia al personal de planta" junto con un regalito que yo jamás desenvolvía. Me hace preguntarme sobre este símbolo, que ELLA me de mi "tarjeta de pertencia", que yo nunca abra el regalito, que ni siquiera sienta curiosidad...
Por otro lado (o quizás por el mismo) vengo pensando que el mundo ha cambiado, o quizás el mundo femenino sea así realmente....Antes, cuando en un trabajo entraba una nueva persona, el famoso "nuevo", se lo torturaba y estudiaba, si resistía las pruebas a las que era sometido/a, luego podría convertirse en parte de la banda. En Alighieri fue diferente, me recibieron con los brazos abiertos, me cobijaron en una cuna de oro, me dieron las llaves de su consultorio, se llenaron la boca diciendo lo buena psicoanalista que soy, para después, odiarme y hacerme la vida imposible. Pero no fue nada casual, todo comenzó cuando decidí presentarme a un congreso al que ellas se presentarían, por su lado (después se pelearon entre ellas y no presentaron un carajo...en fin) y encima gané el premio al mejor trabajo...En ese preciso momento me echaron la culpa de todo: de no haberse presentado ellas, que cómo me presentaba sola, que les había robado la idea (eran trabajos diferentes, pero no importa, al estar trabajando hacía 9 meses en Alighieri no tenía derecho a tener una idea formada sobre el lugar, y si, por una de esas casualidades la tenía, se las debía a ellas, debía donarla...), que a ellas les había llegado una carta de invitación al congreso y no a mí, por lo cual no tenía derecho a presentar mi trabajo (siendo que la inscripción estaba abierta para todos los profesionales del área, simplemente yo me enteré por ellas y luego seguí en contacto con la empresa organizadora). Todas estas cosas dichas a mis espaldas, obviamente, sugeridas en mi cara, obviamente...
Creo que ese fue el detonante, mi independencia intelectual, y La Doctora que tuvo la brillante idea de decirles "Ustedes están hace 20 años y no hacen nada, y esta chica está hace poquito y ya ganó un premio..." No podía complicarme las cosas más, aunque ya estaban bastante enroscadas. Recuerdo que en esa época, noviembre del 2004, el vínculo con Selma aún gozaba de buena salud, no obstante, cuando decidí presentarme al congreso y mientras trabajaba en la presentación, me llamó por teléfono y me preguntó "Lo que vas a presentar ¿Lo habías pensado antes de estar en Alighieri, no? No será sobre Alighieri..¿no?", y toda una serie de preguntas encadenadas, destinadas a investigar y hasta quizás su verdadera intención era "autorizarme" o no. Le dije que era sobre el lugar, pero sobre el mismo tipo de población con el que venía trabajando hacía años, y que eso me daba derecho...Este hecho aislado me hace pensar con frecuencia que Selma es una de las Alighieranas más peligrosas, con piel de cordero te investiga, luego te destruye, sin miramientos o escándalos...Es peligrosa porque todo el mundo en Alighieri piensa que, dentro de las antiguas, es la psicóloga más centrada y coherente, a pesar de tener sus explosiones cotidianas...
Quizás ese sea el regalito de Selma, una trampa, en la que nunca voy a caer, o el que nunca voy a abrir, porque nada es regalado en ese territorio. Quizás también le doy demasiado poder; que ella sea la que en mi sueño me entrega la "tarjeta de pertenencia", ¿pertencia a qué? A ese mundito vacío, de pocos socios, en donde no hay trabajo, sí una guerra...Prefiero seguir siendo im-pertinente.
martes, enero 10, 2006
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