Una nena entre todas, se acerca
Ojeras blancas, pequeños sagaces azules cabalgantes sobre ellas.
"Yo te ví antes"
Le digo que sí y que cómo se llama
Sabrina
Le doy un clavel
viernes, abril 28, 2006
La Colada Tarada Aburrida
Bueno, esto sí ya es patología a todas luces. ¿Recuerdan que hace un tiempo les conté sobre mi encuentro con la tarada que se coló ? Bueno, la mina sigue insistiendo. Ayer: clase de inglés temprano. Como siempre, me acerco al bar y Tan Caballero me pregunta "¿Qué querés, muñeca?" Le respondo, como siempre, cortado gigante endovenoso, estás resfriada, no, alergia, ay yo también, blablabla. En eso, el refilón de la pupila la ve, ¡danger!, esperando: La Colada Fundamentalista de dudoso Bronceado. Se le ocurre tomar café...Mientras Tan Caballero prepara mi ración, trato de ignorarla. Son dos con veinte y, al mismo tiempo le suelta el precio a ella, le doy justo. Ay, dice, no tengo cambio, cobrame con ella cinco con...¿Quéeeee? ¿Se estaba adueñando de mi cambio para pagarle? ¿Sin habernos dicho siquiera buenos días? La ignoré, caminé hasta el azúcar, como si fuera un oasis encerrado en frasco de vidrio en medio del desierto. Tan Caballero no entendía y le seguía diciendo que no tenía vuelto, ella, como siempre, pegoteo indiferenciado (me imagino: pobres sus niños). Claro que quedó estupidizada clavando los huevoduros, y ésta escriba disfrutando de la cafeína ya instalada en la clase a punto de comenzar.
Pero La Colada, no se resigno ahí eh, noooo. En una discusión colectiva que incluía papeleras, mundial, el periodismo, la violencia, etc. Ella afirmó, en cortante inglés, que los niños debían ir a la escuela y no mirar los partidos de fútbol, que los adultos les dicen a los niños lo que está bien y lo que deben hacer, porque los niños no saben. Repregunté ¿Los adultos saben y los niños no? Se reía, como diciendo "claro, estúpida, los adultos sabemos Todo lo que es correcto..." Un compañerito de divinos diecisiete la jugó "¿Y qué es lo correcto?" A continuación: toda la clase ¡A ella!
No le voy a perdonar:
1) Que se haya colado y me acusara de querer sacarle algo
2) Que me persiga cada vez que quiero algo
3) Que sea una fundamentalista
4) Que, desubicada, se halla carcajeado a más no poder cuando le entregué una composición de tres hojas tipeadas al profe, que éste se quejara por la extensión y me pidiera manuscritos. Ah, by de way, me saqué "Excellent job" en eso de lo que te reías, perra....
Pero La Colada, no se resigno ahí eh, noooo. En una discusión colectiva que incluía papeleras, mundial, el periodismo, la violencia, etc. Ella afirmó, en cortante inglés, que los niños debían ir a la escuela y no mirar los partidos de fútbol, que los adultos les dicen a los niños lo que está bien y lo que deben hacer, porque los niños no saben. Repregunté ¿Los adultos saben y los niños no? Se reía, como diciendo "claro, estúpida, los adultos sabemos Todo lo que es correcto..." Un compañerito de divinos diecisiete la jugó "¿Y qué es lo correcto?" A continuación: toda la clase ¡A ella!
No le voy a perdonar:
1) Que se haya colado y me acusara de querer sacarle algo
2) Que me persiga cada vez que quiero algo
3) Que sea una fundamentalista
4) Que, desubicada, se halla carcajeado a más no poder cuando le entregué una composición de tres hojas tipeadas al profe, que éste se quejara por la extensión y me pidiera manuscritos. Ah, by de way, me saqué "Excellent job" en eso de lo que te reías, perra....
Alma perdida en Benalmádena II
"Ciudad extraña... de mi pasaoooo..."
Ella Baila Sola
gracias a Noe
Corría y lloraba.
Odiaba las callecitas empinadas y angostas que antes había admirado en Toledo. "Tengo que dejar de fumar...Dios si salgo de esta te prometo...". Ahí estaba de nuevo el depravado...
-¡Mirá!- Apareció de la nada sonriendo, mostrando orgulloso su colgajo rosado.
Alcancé a gritarle ofendida un ridículo- ¡Idiota!- mientras corría en otra dirección. No entendía cómo en las películas las mujeres asustadas gritaban desaforadas, no me quedaba ni un gramo de voz para sacar de adentro. Estaba cerca del muelle y ya aparecían casas bajas que descendían en el empedrado, tendría que tomar una decisión: o entraba al pueblo o seguía corriendo hasta el puerto. Igualmente a nuestro amigo le encantaban las sorpresas, y surgía como pesadilla; de la nada e inexplicable. Estaba a mi favor que los pantalones por las rodillas no permiten mucha destreza, pero ahí estaba de nuevo: como un payaso de la caja, sonriendo y mostrando su tesoro...
En medio del espanto divisé a un grupo de dos chicas y un pibe, que iban cantando en inglés bajando la calle por la que yo corría, directo a ellos. Me aproximé sintiéndome salvada.
- ¡Ayúdenme! Help me!- Se acercaron. Una rubia tetona, cara de alemana, otra de pelo oscuro y ojos azules, el chico iba en el medio abrazado a las dos.
-¿What´s the matter?(¿Cuál es el problema?)- me dijo la tetona intentando consolar mis lágrimas con su pechuga.
- I had a fight with my boyfriend, he left. Im looking for him, I was walking towards the harbor..and...and (Tuve una pelea con mi novio y lo estaba buscando, y....)- ¿Cómo explicaba en inglés que un depravado maldito insistía en mostrarme su sobrevalorado pene? - ¡A man came out of nowhere, naked! ¡He is following me! (¡Un hombre desnudo salió de la nada y me está siguiendo!)-
-¿ Where is he? (¿Dónde está?)- me preguntó insistente el chico al cual le había interrumpido su prometedor "menage a trois". Comenzó a buscarlo (¿querría sumarlo a la fiesta?) como héroe de acción bien dispuesto.
Las chicas decidieron abrazarme entre las dos, sentí el cálido refugio como lo mejor del día, quería quedarme con ellos, lo que fuera antes de volver a tener que caminar las penosas e infinitas cuadras nuevamente.
-¿ Where are you staying? (¿Dónde estás parando?)- Preguntó la de ojos azules que no dejaba de acariciarme el pelo.
- In the Sol Meliá Hotel, I think is thirty blocks from here, I´ve been walking all night (En el hotel Sol Meliá, creo que está a treinta cuadras de acá, estuve caminando toda la noche...báh... exageré... un poco)-Temblaba y encima debía practicar mi oxidado inglés de instituto.
Decidí volver al hotel, pero no tenía un centavo (normalmente sucede cuando: 1) sos pendeja 2) salís con un psicópata que quiere dominar todos los aspectos de la relación, incluso y sobre todo: la guita, aunque sea tuya también 3) sos una boluda y salís sin un mango)
El inglés regresó desanimado, sin éxito, de la búsqueda, nuestro amigo había desaparecido misteriosamente.
La tetona sacó una pesetas, llamó a un taxi en la avenida cercana y me metí intentando mostrar agradecimiento por sobre el miedo. Lamenté no pertenecer a ese trío cariñoso y olvidarme de todo, lamenté no estar en Buenos Aires, siempre por donde caminás hay alguien o, por lo menos, los depravados son de la misma nacionalidad.
Cuando llegué al hotel descubrí una taza de café en la baranda del balcón al que daba la puerta de la habitación. El resto de café que quedaba estaba tibio. Me sentía Hércules Poirot tratando de conseguir las pruebas del retorno del imbécil. Pero, si lo había hecho, seguramente se había vuelto a ir: la habitación estaba como cuando la dejé. Sólo me tiré en la cama y comencé a llorar desconsolada, era una descarga, las imágenes pasaban rápido: el boludo gritándome y cerrando la puerta, el depravado; su aparición y desaparición abrupta... Estaría en algún rincón masturbándose con la imagen de la estúpida caminante que le gritó "¡Idiota!". En lo mejor del deliro desbocado entró. Su preocupación se transformó en enojo cuando no le respondía qué me pasaba y seguía llorando. Traté de coordinar las palabras...
- Un tipo....
-¿ Un tipo qué?....¡Vera! ¡Decíme! ¡¿Te hizo algo?!....- Gritaba desaforado, nunca había conocido a un gritón de su talla...
-Nnno...Era un exhibicionista- estaba sobándome las lágrimas, imaginaba mi naríz, colorada e hinchada.
- Eso te pasa por....- Ya venía el sermón.
- Me asusté, te fui a buscar...
- Vos estás loca...Salir a caminar. ¡Esto no es Buenos Aires! (chocolate por la noticia) ¿No te diste cuenta de que no hay nadie en la calle? ¿Eh? Todos van en auto, es peligroso andar por ahí, a esta hora.- No cedía. Seguía enojado.- ¿Y si te violaba? ¿Qué hubiera pasado con nosotros, con el viaje?- -Ya sé...
-Salí a buscarte, dos veces, fui hasta el muelle, viene par acá, me tomé un café, y volví a salir.
-Ya lo sé, me pareció ver el auto, dos veces...- Lo abracé. Frío, frío.
-No te vayas más, yo sé que me enojo, pero me dura un minuto nada más- Tibio.
-Pero vos me dejaste...
- Debiste esperarme- Aún tibio. Lo volví a abrazar, sentí el sabor del odio mezclado con amor, "bittersweet" (agridulce), diría un amigo. No era el cálido y maternal abrazo de la tetona, pero me bastó.
Odiaba las callecitas empinadas y angostas que antes había admirado en Toledo. "Tengo que dejar de fumar...Dios si salgo de esta te prometo...". Ahí estaba de nuevo el depravado...
-¡Mirá!- Apareció de la nada sonriendo, mostrando orgulloso su colgajo rosado.
Alcancé a gritarle ofendida un ridículo- ¡Idiota!- mientras corría en otra dirección. No entendía cómo en las películas las mujeres asustadas gritaban desaforadas, no me quedaba ni un gramo de voz para sacar de adentro. Estaba cerca del muelle y ya aparecían casas bajas que descendían en el empedrado, tendría que tomar una decisión: o entraba al pueblo o seguía corriendo hasta el puerto. Igualmente a nuestro amigo le encantaban las sorpresas, y surgía como pesadilla; de la nada e inexplicable. Estaba a mi favor que los pantalones por las rodillas no permiten mucha destreza, pero ahí estaba de nuevo: como un payaso de la caja, sonriendo y mostrando su tesoro...
En medio del espanto divisé a un grupo de dos chicas y un pibe, que iban cantando en inglés bajando la calle por la que yo corría, directo a ellos. Me aproximé sintiéndome salvada.
- ¡Ayúdenme! Help me!- Se acercaron. Una rubia tetona, cara de alemana, otra de pelo oscuro y ojos azules, el chico iba en el medio abrazado a las dos.
-¿What´s the matter?(¿Cuál es el problema?)- me dijo la tetona intentando consolar mis lágrimas con su pechuga.
- I had a fight with my boyfriend, he left. Im looking for him, I was walking towards the harbor..and...and (Tuve una pelea con mi novio y lo estaba buscando, y....)- ¿Cómo explicaba en inglés que un depravado maldito insistía en mostrarme su sobrevalorado pene? - ¡A man came out of nowhere, naked! ¡He is following me! (¡Un hombre desnudo salió de la nada y me está siguiendo!)-
-¿ Where is he? (¿Dónde está?)- me preguntó insistente el chico al cual le había interrumpido su prometedor "menage a trois". Comenzó a buscarlo (¿querría sumarlo a la fiesta?) como héroe de acción bien dispuesto.
Las chicas decidieron abrazarme entre las dos, sentí el cálido refugio como lo mejor del día, quería quedarme con ellos, lo que fuera antes de volver a tener que caminar las penosas e infinitas cuadras nuevamente.
-¿ Where are you staying? (¿Dónde estás parando?)- Preguntó la de ojos azules que no dejaba de acariciarme el pelo.
- In the Sol Meliá Hotel, I think is thirty blocks from here, I´ve been walking all night (En el hotel Sol Meliá, creo que está a treinta cuadras de acá, estuve caminando toda la noche...báh... exageré... un poco)-Temblaba y encima debía practicar mi oxidado inglés de instituto.
Decidí volver al hotel, pero no tenía un centavo (normalmente sucede cuando: 1) sos pendeja 2) salís con un psicópata que quiere dominar todos los aspectos de la relación, incluso y sobre todo: la guita, aunque sea tuya también 3) sos una boluda y salís sin un mango)
El inglés regresó desanimado, sin éxito, de la búsqueda, nuestro amigo había desaparecido misteriosamente.
La tetona sacó una pesetas, llamó a un taxi en la avenida cercana y me metí intentando mostrar agradecimiento por sobre el miedo. Lamenté no pertenecer a ese trío cariñoso y olvidarme de todo, lamenté no estar en Buenos Aires, siempre por donde caminás hay alguien o, por lo menos, los depravados son de la misma nacionalidad.
Cuando llegué al hotel descubrí una taza de café en la baranda del balcón al que daba la puerta de la habitación. El resto de café que quedaba estaba tibio. Me sentía Hércules Poirot tratando de conseguir las pruebas del retorno del imbécil. Pero, si lo había hecho, seguramente se había vuelto a ir: la habitación estaba como cuando la dejé. Sólo me tiré en la cama y comencé a llorar desconsolada, era una descarga, las imágenes pasaban rápido: el boludo gritándome y cerrando la puerta, el depravado; su aparición y desaparición abrupta... Estaría en algún rincón masturbándose con la imagen de la estúpida caminante que le gritó "¡Idiota!". En lo mejor del deliro desbocado entró. Su preocupación se transformó en enojo cuando no le respondía qué me pasaba y seguía llorando. Traté de coordinar las palabras...
- Un tipo....
-¿ Un tipo qué?....¡Vera! ¡Decíme! ¡¿Te hizo algo?!....- Gritaba desaforado, nunca había conocido a un gritón de su talla...
-Nnno...Era un exhibicionista- estaba sobándome las lágrimas, imaginaba mi naríz, colorada e hinchada.
- Eso te pasa por....- Ya venía el sermón.
- Me asusté, te fui a buscar...
- Vos estás loca...Salir a caminar. ¡Esto no es Buenos Aires! (chocolate por la noticia) ¿No te diste cuenta de que no hay nadie en la calle? ¿Eh? Todos van en auto, es peligroso andar por ahí, a esta hora.- No cedía. Seguía enojado.- ¿Y si te violaba? ¿Qué hubiera pasado con nosotros, con el viaje?- -Ya sé...
-Salí a buscarte, dos veces, fui hasta el muelle, viene par acá, me tomé un café, y volví a salir.
-Ya lo sé, me pareció ver el auto, dos veces...- Lo abracé. Frío, frío.
-No te vayas más, yo sé que me enojo, pero me dura un minuto nada más- Tibio.
-Pero vos me dejaste...
- Debiste esperarme- Aún tibio. Lo volví a abrazar, sentí el sabor del odio mezclado con amor, "bittersweet" (agridulce), diría un amigo. No era el cálido y maternal abrazo de la tetona, pero me bastó.
miércoles, abril 26, 2006
Alma perdida en Benalmádena
Benalmádena, era un pueblito costero a unos pocos kilómetros de Málaga, arriba se divisaba Mijas, pueblo blanco, y los burros cargados subiendo pesadamente las lomas. Decidimos parar allí, lleno de turistas ingleses que tomaban lo último que quedaba del sol ( y del whisky) de una primavera mediterránea, paseando sus calvas por una costanera poblada de canteros con flores. Pieles rojas, sensibles a los rayos ultravioletas, bronceados latinos imposibles de alcanzar. El hotel era pasable, no teníamos otra cosa que hacer más que ir a la playa, salir a bailar a los boliches del puerto donde yates, barcos y cruceros despedían a comensales...
No me parece apropiado a relatar el motivo de la pelea aquí ( aunque acepto valoraciones posibles, ya saben), pero sí el final de la escalada:
- ¡No entendés nada!- Grito agudo de él.
- Si te entiendo, bebé (¿o monstruo?) , pero esperá que...- No había quórum en la sala, ya se estaba poniendo los zapatos.
- Me voy- dijo mientras apuntaba directo hacia la puerta.
- ¡No!... ¿Me querés decir a dónde te vas?
- Me voy, vos hacé lo que quieras. Por ahí consigo a otra... - Cerró la puerta tras de sí.
A duras penas me calcé pantalones y el primer sweater que encontré, decidí salir a buscarlo, las lágrimas saltaban calientes, contra mi voluntad. Comencé a caminar por la costanera, paso rápido evitando el frío de la noche que se congraciaba con los últimos amantes en la playa. "Debe haber ido al puerto...a bailar". El amargo sabor de Sevilla se presentificó, insistiendo como un tridente sobre mis ideas. ¿Era para tanto drama?. Por ahí después se le pasaba....Seguía arrastrando mis botas, poco a poco me daba cuenta: no había nadie más caminando conmigo. Los autos pasaban veloces por la avenida de dos manos, trataba de localizar el nuestro, alquilado, me había parecido verlo en dos oportunidades, ida y vuelta, era muy posible. Cada vez el muelle, inalcanzable, como una pesadilla: cuanto más caminaba, más lejos estaba. Sorpresivamente, en un estacionamiento al aire libre, divisé a un hombre, me acerqué y decidí que le preguntaría, siempre desconfiando de mi orientación témporo espacial...
- El muelle ¿es para allá?- Señalé con un dedo, pero con mis ojos vi que el hombre tenía los pantalones hasta la pantorrilla, y su sexo al aire, disfrutando la libertad que provee el clima salitre. Me vio.- Dejá nomás, ya me ubiqué- Comencé a caminar más rápido ¿Quién carajo me había mandado a salir en vez de quedarme en la habitación calentita del hotel? Nadie parecía habitar el lugar, apuré el paso, aunque mi mente me ganaba. Cuando tomé la curva, siempre bordeando la costa, sentí la otra presencia, el maldito exhibicionista me seguía descaradamente, pero ya no con sus pantalones bajos. Pretendía pasarme. Me miraba de reojo, sin decir palabra, estaba jugando conmigo. Recordé, como buena psicóloga, que generalmente los exhibicionistas no son violadores, pero me lamenté por el "generalmente" de la oración, toda regla tiene su excepción. O lloro o corro, pensé mientras veía las luces chispeantes de los barcos, la joda recién comenzaba y a mí me estaban por joder...
No me parece apropiado a relatar el motivo de la pelea aquí ( aunque acepto valoraciones posibles, ya saben), pero sí el final de la escalada:
- ¡No entendés nada!- Grito agudo de él.
- Si te entiendo, bebé (¿o monstruo?) , pero esperá que...- No había quórum en la sala, ya se estaba poniendo los zapatos.
- Me voy- dijo mientras apuntaba directo hacia la puerta.
- ¡No!... ¿Me querés decir a dónde te vas?
- Me voy, vos hacé lo que quieras. Por ahí consigo a otra... - Cerró la puerta tras de sí.
A duras penas me calcé pantalones y el primer sweater que encontré, decidí salir a buscarlo, las lágrimas saltaban calientes, contra mi voluntad. Comencé a caminar por la costanera, paso rápido evitando el frío de la noche que se congraciaba con los últimos amantes en la playa. "Debe haber ido al puerto...a bailar". El amargo sabor de Sevilla se presentificó, insistiendo como un tridente sobre mis ideas. ¿Era para tanto drama?. Por ahí después se le pasaba....Seguía arrastrando mis botas, poco a poco me daba cuenta: no había nadie más caminando conmigo. Los autos pasaban veloces por la avenida de dos manos, trataba de localizar el nuestro, alquilado, me había parecido verlo en dos oportunidades, ida y vuelta, era muy posible. Cada vez el muelle, inalcanzable, como una pesadilla: cuanto más caminaba, más lejos estaba. Sorpresivamente, en un estacionamiento al aire libre, divisé a un hombre, me acerqué y decidí que le preguntaría, siempre desconfiando de mi orientación témporo espacial...
- El muelle ¿es para allá?- Señalé con un dedo, pero con mis ojos vi que el hombre tenía los pantalones hasta la pantorrilla, y su sexo al aire, disfrutando la libertad que provee el clima salitre. Me vio.- Dejá nomás, ya me ubiqué- Comencé a caminar más rápido ¿Quién carajo me había mandado a salir en vez de quedarme en la habitación calentita del hotel? Nadie parecía habitar el lugar, apuré el paso, aunque mi mente me ganaba. Cuando tomé la curva, siempre bordeando la costa, sentí la otra presencia, el maldito exhibicionista me seguía descaradamente, pero ya no con sus pantalones bajos. Pretendía pasarme. Me miraba de reojo, sin decir palabra, estaba jugando conmigo. Recordé, como buena psicóloga, que generalmente los exhibicionistas no son violadores, pero me lamenté por el "generalmente" de la oración, toda regla tiene su excepción. O lloro o corro, pensé mientras veía las luces chispeantes de los barcos, la joda recién comenzaba y a mí me estaban por joder...
Perdida en Dulcísima Sevilla II
No. Definitivamente ninguna de esas opciones le iban a la Vera de antes (ni a la Vera de hoy), ni a la vera del Guadalquivir. ¡Pensá, pensá pensá! Repetí como mantram con ojos desorbitados hacia todas direcciones, las fotos se repetían desenfocadas, es que cuando pierdo los estribos ( y eso le pasa a muchos) no registro espacio ni tiempo. Pero la memoria tiene vericuetos que gritan presente a la hora señalada.
Algo así como nueve años atrás (en aquel entonces), sí, nueve. Cuando recién comenzaba la carrera (ja, simbolismos) los profesores exponían generalidades sobre psicología, que en sus primeros intentos de ser ciencia, estudiaba la etología (conductas de los animales) y extraía ciertos dudosos conceptos de allí, sobre todo nuestros insidiosos conductistas yankis. Volví a los primeros años, sentada entre multitudes escuchando y leyendo: que ratas de acá, que ratas de allá, todo con los pobres bichos. Estudiando el sistema nervioso de nuestras nocturnas amigas y tratando de dilucidar los tipos de memoria (en otro nivel de abstracción) varios científicos utilizaban, sí: ¡los laberintos! Una imagen recorrió mis (o mi, como gustéis) neurona/s. Una pequeño invertebrado blanco corriendo entre los recovecos sin cejar para encontrar al fin, la comida. Más allá del instinto, de los sentidos, varias fuentes ciertas aseguran que estos escurridizos roedores ( y otros tantos) pueden recordar un mismo camino hacia la carnada luego de unos segundos de haberlo intentado con éxito la primera vez. A los muchachos les parecía curioso y preguntaban "Si hay instinto ¿cómo el mismo camino?. Los animales ¿aprenden?". Sí, la memoria a corto plazo puede reconstruír información nueva y breve a pocos segundos de haber pasado por ella. Entonces, verificado el dato, me quedaba poco tiempo.
La media vuelta transformó el paisaje obnubilado en una hoja milimetrada, existían mojones que, a pesar de la furia, había transitado algún lugar de mi aparato libre de toda emoción vinculada con la pelea. Empecé por los árboles, unos pocos huían de la perfección de los cuidados canteros de piedra. Seguí por la fuente "por acá ya pasé antes" me dije, caminé hasta el bar donde todavía sonaba el mismo sevillano. Cabizbaja desandé veredas al atardecer , buscando irrepetibles señales grises y por fin me distendí; todos los caminos conducen a Roma, y mi Roma, estaba en una calle diminuta que se cortaba con otra, en diagonal: un bar con sombrillas. El colonial sin nombre, entre todos, se distinguía por un piano en la recepción, junto al que me había tomado una foto apurada unos minutos después de dejar las valijas. Seguía allí el azul cerúleo de las venecitas en la entrada. Me había tomado tiempo. Frente a él y victoriosa al fin, la psicología había ayudado, esas ruines clases generalistas rendían sus tardíos frutos.
De eso se trata mis amigos, desandar los caminos, ya sea para olvidar, para reinscribir o sólo para que deje de doler...
( Si desean otra historia de perderse, prometo risas en la próxima, pero sólo si lo desean...)
Algo así como nueve años atrás (en aquel entonces), sí, nueve. Cuando recién comenzaba la carrera (ja, simbolismos) los profesores exponían generalidades sobre psicología, que en sus primeros intentos de ser ciencia, estudiaba la etología (conductas de los animales) y extraía ciertos dudosos conceptos de allí, sobre todo nuestros insidiosos conductistas yankis. Volví a los primeros años, sentada entre multitudes escuchando y leyendo: que ratas de acá, que ratas de allá, todo con los pobres bichos. Estudiando el sistema nervioso de nuestras nocturnas amigas y tratando de dilucidar los tipos de memoria (en otro nivel de abstracción) varios científicos utilizaban, sí: ¡los laberintos! Una imagen recorrió mis (o mi, como gustéis) neurona/s. Una pequeño invertebrado blanco corriendo entre los recovecos sin cejar para encontrar al fin, la comida. Más allá del instinto, de los sentidos, varias fuentes ciertas aseguran que estos escurridizos roedores ( y otros tantos) pueden recordar un mismo camino hacia la carnada luego de unos segundos de haberlo intentado con éxito la primera vez. A los muchachos les parecía curioso y preguntaban "Si hay instinto ¿cómo el mismo camino?. Los animales ¿aprenden?". Sí, la memoria a corto plazo puede reconstruír información nueva y breve a pocos segundos de haber pasado por ella. Entonces, verificado el dato, me quedaba poco tiempo.
La media vuelta transformó el paisaje obnubilado en una hoja milimetrada, existían mojones que, a pesar de la furia, había transitado algún lugar de mi aparato libre de toda emoción vinculada con la pelea. Empecé por los árboles, unos pocos huían de la perfección de los cuidados canteros de piedra. Seguí por la fuente "por acá ya pasé antes" me dije, caminé hasta el bar donde todavía sonaba el mismo sevillano. Cabizbaja desandé veredas al atardecer , buscando irrepetibles señales grises y por fin me distendí; todos los caminos conducen a Roma, y mi Roma, estaba en una calle diminuta que se cortaba con otra, en diagonal: un bar con sombrillas. El colonial sin nombre, entre todos, se distinguía por un piano en la recepción, junto al que me había tomado una foto apurada unos minutos después de dejar las valijas. Seguía allí el azul cerúleo de las venecitas en la entrada. Me había tomado tiempo. Frente a él y victoriosa al fin, la psicología había ayudado, esas ruines clases generalistas rendían sus tardíos frutos.
De eso se trata mis amigos, desandar los caminos, ya sea para olvidar, para reinscribir o sólo para que deje de doler...
( Si desean otra historia de perderse, prometo risas en la próxima, pero sólo si lo desean...)
domingo, abril 23, 2006
Perdida en Dulcísima Sevilla
Me puse a pensar en la gente de España que visita Alighieri, se ve en la estadística...¿Qué harán aquí? ¿Buscarán a ese Italiano Dante que me robó la idea? ¿Se habrán equivocado googleando?...¿O sí les interesala tragicomedia de este recinto?. Si es la última opción, estiren los ojos, porque ésta va para la gente de España.
Fui en el año 1999, en compañía desastrosa (como dice el francés de Muñecas rusas: la pareja que elegiste se prueba en un viaje...en fin). Pero España, no pudo nublarse. Fue en Abril, primero Madrid. Mañanas como la de hoy quizás me inspiran el recuerdo; la Gran vía para caminar y tomar café, mendicar "bocadillos" cerca de la Plaza Mayor. Parque del retiro con sus peces hambrientos y una isla que posee un trozo de Roma a mis ojos, el partido del Real Madrid (contra no se quién, porque alentaba al Real) En el entretiempo la gente saca de sus heladeritas las poderosas viandas de papel metalizado, come tranquila y charla ¿otro planeta?. Caminé por las calles angostas de Toledo, ví alcázares. Museo del Prado, lo clásico: dolor de piernas y foto prohibida con la maja en sus dos versiones.
Pero la verdadera historia fue perderme en Sevilla en plena feria de Abril. Es una época en que todos los que viven allí se visten con trajes típicos y bailan, en tiendas improvisadas, las sensuales danzas folklóricas imposibles para mí y el patadura detestable. Me perdí porque nos peleamos (una en un millón de peleas, je) en la puerta del hotel, recién llegados. Salí disparada por una calle, cuyo nombre no recuerdo. Pasé la plaza de toros, todos iban en carruaje, había corrida. Llegué hasta el Guadalquivir. Enojada y sin aliento me detuvo. Lo miré, tan distinto... Me dijo este secreto "Niña, ese hombre que tu tienes no es pa´tí. Te esperan tiempos mejores". Lo escuché bien y nos despedimos. En media vuelta de cuerpo la otra absurda verdad me dió en las narices: no sabía el nombre del hotel en que estábamos ni el teléfono, no tenía una peseta, ropa y documentos en las valijas cerradas aún sobre las camas del hotel y, por supuesto, no usaba celular. Busqué. No había rastros que indicaban la pista, esta Gretel no dejaba migas de pan, ni rastros del fronterizo Hansel. La otra gente vagabunda conocía, admiraba, algunos grupos charlaban en voz alta mientras devoraban las tapas del día, sevillanos solitarios se enamoraban de sus guitarras en los bares pegados, pidiéndole al sol un rato más.
Estaba ahí, inmóvil, sin herramientas de contacto. "Podría vivir acá" me dije.
Ni una sola piedra del empedrado hacía la difencia en el camino, ni la fuentecita donde todos se sacaban fotos. ¿Qué haría? ¿Vagar hasta la noche? ¿Sentarme a la orilla del hablador a esperar ser encontrada? ¿Recorrer febrilmente para encontrar algún hotel colonial que se pareciera? ¿Declararme perdida y llorar como un niño?...
Fui en el año 1999, en compañía desastrosa (como dice el francés de Muñecas rusas: la pareja que elegiste se prueba en un viaje...en fin). Pero España, no pudo nublarse. Fue en Abril, primero Madrid. Mañanas como la de hoy quizás me inspiran el recuerdo; la Gran vía para caminar y tomar café, mendicar "bocadillos" cerca de la Plaza Mayor. Parque del retiro con sus peces hambrientos y una isla que posee un trozo de Roma a mis ojos, el partido del Real Madrid (contra no se quién, porque alentaba al Real) En el entretiempo la gente saca de sus heladeritas las poderosas viandas de papel metalizado, come tranquila y charla ¿otro planeta?. Caminé por las calles angostas de Toledo, ví alcázares. Museo del Prado, lo clásico: dolor de piernas y foto prohibida con la maja en sus dos versiones.
Pero la verdadera historia fue perderme en Sevilla en plena feria de Abril. Es una época en que todos los que viven allí se visten con trajes típicos y bailan, en tiendas improvisadas, las sensuales danzas folklóricas imposibles para mí y el patadura detestable. Me perdí porque nos peleamos (una en un millón de peleas, je) en la puerta del hotel, recién llegados. Salí disparada por una calle, cuyo nombre no recuerdo. Pasé la plaza de toros, todos iban en carruaje, había corrida. Llegué hasta el Guadalquivir. Enojada y sin aliento me detuvo. Lo miré, tan distinto... Me dijo este secreto "Niña, ese hombre que tu tienes no es pa´tí. Te esperan tiempos mejores". Lo escuché bien y nos despedimos. En media vuelta de cuerpo la otra absurda verdad me dió en las narices: no sabía el nombre del hotel en que estábamos ni el teléfono, no tenía una peseta, ropa y documentos en las valijas cerradas aún sobre las camas del hotel y, por supuesto, no usaba celular. Busqué. No había rastros que indicaban la pista, esta Gretel no dejaba migas de pan, ni rastros del fronterizo Hansel. La otra gente vagabunda conocía, admiraba, algunos grupos charlaban en voz alta mientras devoraban las tapas del día, sevillanos solitarios se enamoraban de sus guitarras en los bares pegados, pidiéndole al sol un rato más.
Estaba ahí, inmóvil, sin herramientas de contacto. "Podría vivir acá" me dije.
Ni una sola piedra del empedrado hacía la difencia en el camino, ni la fuentecita donde todos se sacaban fotos. ¿Qué haría? ¿Vagar hasta la noche? ¿Sentarme a la orilla del hablador a esperar ser encontrada? ¿Recorrer febrilmente para encontrar algún hotel colonial que se pareciera? ¿Declararme perdida y llorar como un niño?...
sábado, abril 22, 2006
El fuego de Alighieri
Me puse a pensar en esto del blog (¡cagamos!) y bueno, fundamentalmente para mí es, fue y (creo) será:
Catarsis
Intercambio
Ensayo
Error
Risas
Leer
Escribir
Leer-Escribir
Opinar
Pero por sobretodaslascosas: Infierno. Jugar y Quemarse
¿Estamos dispuestos?
Doctor, Doctor, give me the news...
Con dos médicas de Alighieri siempre discutíamos. Ellas siempre decían presurosas "Los psicólogos pueden hacer mucho daño"
Yo no decía nada a veces, otras decía que sí, otras peleaba y preguntaba.
Hoy me doy cuenta: les tendría que haber dicho "Los médicos también"
¡Qué boluda!
Es que aún no había acontecido que un médico idiota viera un mioma de siete centímetros en lugar de una cicatríz de cesárea...
Yo no decía nada a veces, otras decía que sí, otras peleaba y preguntaba.
Hoy me doy cuenta: les tendría que haber dicho "Los médicos también"
¡Qué boluda!
Es que aún no había acontecido que un médico idiota viera un mioma de siete centímetros en lugar de una cicatríz de cesárea...
viernes, abril 21, 2006
Beeee
Alguna vez se dijo que los elefantes pueden recordar. Otros, como Schopenhauer, hablan de ella. Donde más claro aparece es en Clarice Lispector, ella dice: "No haber nacido animal es una de mis secretas nostalgias", por qué será...¿Es un mundo distinto el de la naturaleza?
Varias cuestiones me hacen pensar que no. Veamos ejemplos.
1) Documental de Discovery (sí, nadie zafa). Los pingüinos se aparean con la misma pareja de por vida (y creo que otros también). Qué tendrá que ver, pero en un principio me pareció que tenía un punto al pensar el tema de la fidelidad como un invento humano...
2) El perro de ellos dos que, cuando viajaron y me lo dejaron, los extrañaba, los buscaba, no quería saber nada de tener otro dueño.
3) Breve visita a un campo. Apenas llegué, Reinata contó que uno de los perros mató a un cordero y su madre lo había llamado durante toda la noche. Dato curioso.
Una tarde, estaba por ahí, con Dr. Love, observando la irreverente tenacidad de las ovejas tratando una y otra vez de entrar para comerse las plantas recién puestas. Mientras el rebaño descansaba (luego de ser echado con las onomatopeyas pertinentes)Marrón, la rebelde, ignoraba su soledad, en la ardua pero placentera tarea de mascar un resto de rosal. Algo muy denso y oscuro despertó en mi su desfachatéz, porque (ilusa y pelotuda...al menos que sea entre paréntesis) le grité al ovejero de Reinata "¡Cache!", con el objeto de espantar a la descarriada hasta su casa nomás, es un o-ve-je-ro, claro, las películas de cowboys enseñan que arrían al ganado, muy bien...Muy mal, porque "¡cache!" parece que fue una orden terminante y el tipo, presto, fijó el objetivo. La empezó a perseguir en la empresa de no dejarla comerse ni un sólo pastito más. Marrón corría y corría, torpe, intentando pasar el alambrado, buscaba otras entradas posibles. Sus compañeras gritaban amontonadas del otro lado y, desesperadas, la seguían pero, presa de nervios (sí nervios), Marrón no podía volver a encontrar la entrada y el ovejero, ganado el territorio, ya mordisqueaba buscando carne entre la lana...En estado de alarma, esta escriba gritaba en vano: la orden parecía no tener retorno ni punto de inflexión. Las amigas de Marrón se aunaban en un solo desgarrado y conmovedor, el can ganaba la partida. Finalmente, apelé apurada a la salvación de Dr. Love, que corrió y logró soltar la dentadura afilada del pezcuezo de la ya caída y a punto de rendirse bajo los colmillos del frenético. Mezcla de culpa y alivio la seguí incorporarse y volver viva, pero mareada y mordisqueada, a su cuadrado con las amigas, que la rodearon y escudriñaron, para retomar el, esta vez reclamo, en el cerco, durante horas. Ahora sé por qué "The silence of the lambs".
Sigo sin entender a Lispector (otra Clarice, casualidad) ¿Por qué quiere nacer animal? ¿Acaso cree que le depara algo distinto? Schopenhauer (insisto con el alemán) dice que quizás y por suerte la naturaleza. Las hormigas van en fila sin saber del pie o de la mano, de la próxima embestida, las que se salvan vuelven al trabajo como si nada. Para nosotros humanos ¿los animales que no tienen posibilidades guturales no sufren? Si Lispector sabe de ésto ¿por qué querer ser animal? ¿por esa vuelta de las hormigas a pesar del pie, de la mano y el veneno?
Varias cuestiones me hacen pensar que no. Veamos ejemplos.
1) Documental de Discovery (sí, nadie zafa). Los pingüinos se aparean con la misma pareja de por vida (y creo que otros también). Qué tendrá que ver, pero en un principio me pareció que tenía un punto al pensar el tema de la fidelidad como un invento humano...
2) El perro de ellos dos que, cuando viajaron y me lo dejaron, los extrañaba, los buscaba, no quería saber nada de tener otro dueño.
3) Breve visita a un campo. Apenas llegué, Reinata contó que uno de los perros mató a un cordero y su madre lo había llamado durante toda la noche. Dato curioso.
Una tarde, estaba por ahí, con Dr. Love, observando la irreverente tenacidad de las ovejas tratando una y otra vez de entrar para comerse las plantas recién puestas. Mientras el rebaño descansaba (luego de ser echado con las onomatopeyas pertinentes)Marrón, la rebelde, ignoraba su soledad, en la ardua pero placentera tarea de mascar un resto de rosal. Algo muy denso y oscuro despertó en mi su desfachatéz, porque (ilusa y pelotuda...al menos que sea entre paréntesis) le grité al ovejero de Reinata "¡Cache!", con el objeto de espantar a la descarriada hasta su casa nomás, es un o-ve-je-ro, claro, las películas de cowboys enseñan que arrían al ganado, muy bien...Muy mal, porque "¡cache!" parece que fue una orden terminante y el tipo, presto, fijó el objetivo. La empezó a perseguir en la empresa de no dejarla comerse ni un sólo pastito más. Marrón corría y corría, torpe, intentando pasar el alambrado, buscaba otras entradas posibles. Sus compañeras gritaban amontonadas del otro lado y, desesperadas, la seguían pero, presa de nervios (sí nervios), Marrón no podía volver a encontrar la entrada y el ovejero, ganado el territorio, ya mordisqueaba buscando carne entre la lana...En estado de alarma, esta escriba gritaba en vano: la orden parecía no tener retorno ni punto de inflexión. Las amigas de Marrón se aunaban en un solo desgarrado y conmovedor, el can ganaba la partida. Finalmente, apelé apurada a la salvación de Dr. Love, que corrió y logró soltar la dentadura afilada del pezcuezo de la ya caída y a punto de rendirse bajo los colmillos del frenético. Mezcla de culpa y alivio la seguí incorporarse y volver viva, pero mareada y mordisqueada, a su cuadrado con las amigas, que la rodearon y escudriñaron, para retomar el, esta vez reclamo, en el cerco, durante horas. Ahora sé por qué "The silence of the lambs".
Sigo sin entender a Lispector (otra Clarice, casualidad) ¿Por qué quiere nacer animal? ¿Acaso cree que le depara algo distinto? Schopenhauer (insisto con el alemán) dice que quizás y por suerte la naturaleza. Las hormigas van en fila sin saber del pie o de la mano, de la próxima embestida, las que se salvan vuelven al trabajo como si nada. Para nosotros humanos ¿los animales que no tienen posibilidades guturales no sufren? Si Lispector sabe de ésto ¿por qué querer ser animal? ¿por esa vuelta de las hormigas a pesar del pie, de la mano y el veneno?
jueves, abril 20, 2006
Dr. Love versión femenina
Debo hacer un recorte de la conversación en el punto más importante: cero horas, fin de la cena, sobremesa...
Dr. Love - Yo no podría...
Abuela 90 años - ¿Ser mujer?
Dr. Love - La ropa, pintura...todo eso...¡uf!
Vera: Entonces, a ver, pará... ¿Qué tipo de mina serías?
Dr. Love: -¡Qué se yo!
Vera: No, dale...ponéte en el lugar...(esos ejercicios de imaginación que le propongo a veces, pobre hombre)
Abuela 90 años observa atenta, la cosa se está poniendo interesante...
Vera: ¿Qué te pondrías para salir, por ejemplo?
Dr. Love: Jeans, zapatillas, una remera ajustada con las tetas salidas, pelo largo suelto... Iría directo a llevarme lo mejor...
Vera: Al mejor tipo...
Dr. Love: Tipos...Sería re trola...Trolísima
Vera: Explicale, por favor...
Dr. Love: Ligera de cascos, abuela...
Abuela de 90 aúlla (ese tipo de carcajada explosiva es hereditaria)
Dr. Love: Sí, me voltearía a todos los muñecos...¡Dale que va!...
Abuela de 90 se descose ...La miro y no creería, si me contaran, que es ella quien prohibía las minifaldas y cosía a ocultas los jeans rotos en el culo a los diecisiete...
Dr. Love - Yo no podría...
Abuela 90 años - ¿Ser mujer?
Dr. Love - La ropa, pintura...todo eso...¡uf!
Vera: Entonces, a ver, pará... ¿Qué tipo de mina serías?
Dr. Love: -¡Qué se yo!
Vera: No, dale...ponéte en el lugar...(esos ejercicios de imaginación que le propongo a veces, pobre hombre)
Abuela 90 años observa atenta, la cosa se está poniendo interesante...
Vera: ¿Qué te pondrías para salir, por ejemplo?
Dr. Love: Jeans, zapatillas, una remera ajustada con las tetas salidas, pelo largo suelto... Iría directo a llevarme lo mejor...
Vera: Al mejor tipo...
Dr. Love: Tipos...Sería re trola...Trolísima
Vera: Explicale, por favor...
Dr. Love: Ligera de cascos, abuela...
Abuela de 90 aúlla (ese tipo de carcajada explosiva es hereditaria)
Dr. Love: Sí, me voltearía a todos los muñecos...¡Dale que va!...
Abuela de 90 se descose ...La miro y no creería, si me contaran, que es ella quien prohibía las minifaldas y cosía a ocultas los jeans rotos en el culo a los diecisiete...
miércoles, abril 19, 2006
Misterios y obsesiones de Ella Burg (parte III)
"-¿Tu perfume es el Poema?
-¿Cómo sabes?- preguntó una analista asombrada
-Lo busqué- Le dije. No sé por qué la gente se asombra cuando descubrís su perfume ¿acaso no es un secreto a voces?. La cuestión es que ahí estaba: la revelación intangible...
Todos se proponen lograr, crear, provocar, y generalmente se remiten a sus propias infancias ¿qué podría depararnos el intento de Thierry y su Cologne? Nada, tan simple como eso. Tendría que tener algo de ambré como la colonia de nuestros abuelos y no musgo blanco y bergamota, como la del suyo.
Sarah intentó con patchuli, musk y lavanda, notas altas de mandarina, bergamota, rosewood, martini de manzana (¿le pondrá martinini de verdad?) y un corazón hecho de cedro seco, ámbar blanco y maderas varias, uf. Pero ella dice que, sobre todo; intentó darle la textura del tweed ¿para qué? Para ser como un rouge rojo agrio pasado de su tiempo, guardado en una caja de pinturas de los años setenta que le robabas a tu vieja. Nada de esa tela que promete al principio y cuya pista se desvanece con el correr de un tic-tac.... Probablemente la mezcla de todos tus placeres sea tu lápida o desvarío..." Aquí ya me estaba preguntando a dónde querría llegar Ella, ya no buceaba, enumeraba y sé muy bien que cuando se endulza nada la detiene...
"La que sí logró lo que quería, y lo dijo bien claro con el nombre Cashmere, fue Donna. Ella sí tradujo esos hilos, porque quizás no quiso meter el bosque, la memoria, la alta costura y las calles de Nueva York todos en uno, sólo se limitó a precisar, trabajó de otra forma, o quién sabe...se asesoró mejor...Ahora hay otra versión, con gotas de láudano de Malta, me pregunto..." ya era el láudano de sus palabras, y venía presta la fórmula "Creo que el secreto está bien guardado en la combinación de sándalo, almizcle y ámbar, una gota de más: desastres olfativos..."
-¿Cómo sabes?- preguntó una analista asombrada
-Lo busqué- Le dije. No sé por qué la gente se asombra cuando descubrís su perfume ¿acaso no es un secreto a voces?. La cuestión es que ahí estaba: la revelación intangible...
Todos se proponen lograr, crear, provocar, y generalmente se remiten a sus propias infancias ¿qué podría depararnos el intento de Thierry y su Cologne? Nada, tan simple como eso. Tendría que tener algo de ambré como la colonia de nuestros abuelos y no musgo blanco y bergamota, como la del suyo.
Sarah intentó con patchuli, musk y lavanda, notas altas de mandarina, bergamota, rosewood, martini de manzana (¿le pondrá martinini de verdad?) y un corazón hecho de cedro seco, ámbar blanco y maderas varias, uf. Pero ella dice que, sobre todo; intentó darle la textura del tweed ¿para qué? Para ser como un rouge rojo agrio pasado de su tiempo, guardado en una caja de pinturas de los años setenta que le robabas a tu vieja. Nada de esa tela que promete al principio y cuya pista se desvanece con el correr de un tic-tac.... Probablemente la mezcla de todos tus placeres sea tu lápida o desvarío..." Aquí ya me estaba preguntando a dónde querría llegar Ella, ya no buceaba, enumeraba y sé muy bien que cuando se endulza nada la detiene...
"La que sí logró lo que quería, y lo dijo bien claro con el nombre Cashmere, fue Donna. Ella sí tradujo esos hilos, porque quizás no quiso meter el bosque, la memoria, la alta costura y las calles de Nueva York todos en uno, sólo se limitó a precisar, trabajó de otra forma, o quién sabe...se asesoró mejor...Ahora hay otra versión, con gotas de láudano de Malta, me pregunto..." ya era el láudano de sus palabras, y venía presta la fórmula "Creo que el secreto está bien guardado en la combinación de sándalo, almizcle y ámbar, una gota de más: desastres olfativos..."
lunes, abril 17, 2006
Caleidoscopio edilicio. El Mugres
Hoy le toca al Mugres, el de planta baja. Sí, tal como su nombre lo indica: jeans misericordiosos que piden el roce del agua de un día, las canas andrajosas y desmedradas siguen a la pelada, que contrasta con unas cejas en desorden. Saca a su terrier (rulitos duros de gris monocromático)en fiel simbiosis, si esta raza tiene días lunáticos éste se lleva la palma de oro al mal carácter, tiene motivos de sobra. Su salida es ser atado a los hierros torcidos de la ventana de sus dueños y observar la vida desde ahí...Durante horas. El cuadro se completa con una pequeña esposa encorvada, silente (quién sabe qué se trae el pelo blanco unido en aústera cola tirante...yo sé) y una hija adolescente con morral tejido y polleras largas que entra y sale. Heterogénesis.
Sé que las fotos pegadas de "Cristo te sana" (en el lado interno del vidrio de la puerta y en la pared de entrada, como para que te sane dos veces, si en algún caso no funcionara la instancia primera) vienen de la Silente, el agua de pozo trae un barullo religioso consigo, de eso no hay duda, detrás del Mugres hay fe. Anteayer, como en toda jornada cristiana, el mismo hijo del señor se nos apareció nuevamente en edición laser color. Ayer, alguna mano en desacuerdo (intuyo esos cinco dedos) dejó sólo las cintas adhesivas con restos de papel en los costados, de Cristo no tuvimos más noticias...Hasta hoy, que resucitó, para sanarnos lógico. Está de sobra decir que en este caleidoscopio viviente hay una lucha cuerpo a cuerpo: los que tratan de evangelizar a este puñado herético y una facción que se niega. No me molestan los portadores de una religión, es más; admiro a los fe-hacientes, será algo que se me dificulta eso de la fe, pero si hay algo que detesto es que traten de imponerla ¿la familia heterogénea nos quiere homogeneizar?
Sé que las fotos pegadas de "Cristo te sana" (en el lado interno del vidrio de la puerta y en la pared de entrada, como para que te sane dos veces, si en algún caso no funcionara la instancia primera) vienen de la Silente, el agua de pozo trae un barullo religioso consigo, de eso no hay duda, detrás del Mugres hay fe. Anteayer, como en toda jornada cristiana, el mismo hijo del señor se nos apareció nuevamente en edición laser color. Ayer, alguna mano en desacuerdo (intuyo esos cinco dedos) dejó sólo las cintas adhesivas con restos de papel en los costados, de Cristo no tuvimos más noticias...Hasta hoy, que resucitó, para sanarnos lógico. Está de sobra decir que en este caleidoscopio viviente hay una lucha cuerpo a cuerpo: los que tratan de evangelizar a este puñado herético y una facción que se niega. No me molestan los portadores de una religión, es más; admiro a los fe-hacientes, será algo que se me dificulta eso de la fe, pero si hay algo que detesto es que traten de imponerla ¿la familia heterogénea nos quiere homogeneizar?
domingo, abril 16, 2006
Emma
-¿Y la prima?
-¿tu mamá no te contó?
-¿se murió?
-sí...pero no quiero hablar de eso porque estoy muy triste y lloro...
-a mi mamá le pasó lo mismo
-me contó...¿querés hacerme otra pregunta?
-Mirá, esta hamaca está oxidada
-hay que pintarla
Y durante toda la tarde me prestó su osito para que lo sostuviera "tomá, ves, así...". También me regaló dibujos (báh, me los vendió a diez centavos) de flores: semillas, nubes grises, nubes con lluvia que las regaban, un sol que las hacía crecer y un corazón que también las mantenía...Infinitos seis años.
-¿tu mamá no te contó?
-¿se murió?
-sí...pero no quiero hablar de eso porque estoy muy triste y lloro...
-a mi mamá le pasó lo mismo
-me contó...¿querés hacerme otra pregunta?
-Mirá, esta hamaca está oxidada
-hay que pintarla
Y durante toda la tarde me prestó su osito para que lo sostuviera "tomá, ves, así...". También me regaló dibujos (báh, me los vendió a diez centavos) de flores: semillas, nubes grises, nubes con lluvia que las regaban, un sol que las hacía crecer y un corazón que también las mantenía...Infinitos seis años.
Líneas
Cómo, cómo, cómo. ¿Cómo se hace? Me levanto, me acuesto, hablo, río, voy, vengo, tiro besos al aire, doy besos en la espalda, en los hombros, pongo los pies contra las rodillas (a los pies no llego), cuento, leo, digo, estudio,invento, reclamo, busco, acepto,acarico el pelo corto (se me van los dedos),oprimo las teclas iluminadas varias veces, recito, encuentro las cartas, repito, música maestro, acuerdo, recuerdo. Pero no, la fórmula se me niega como el arameo...
¿Me quieren explicar cómo se sacan las dos líneas que tiene entre las cejas mientras duerme?
¿Me quieren explicar cómo se sacan las dos líneas que tiene entre las cejas mientras duerme?
miércoles, abril 12, 2006
Sentido
-Decime por qué me amás...-por teléfono
-No lo sé
-Vamos
-Porque me divierto con vos...
-¡Ahora?
-Bueno, casi siempre...Escuchá lo que te conseguí- suena la Edith de fondo- es medio bajón...pero...
-¡Pero lo quería hace mil años! Sos mi Funes, por eso te amo...
Hoy en el café de la esquina
-Y me mandaron a buscar de acá para allá...y en el ascensor bajaba una coloradita recién nacida, toda redonda, pero de ese pelirrojo brillante, clarito...- agrega- Te conseguí ésto-saca el celular, busca una foto del lugar de donde viene. Es esa lámpara, con retazos de colores como tenía mi abuela, se la señalé en una película hace meses...
Por ser mi traficante de ilusiones y, se lleva la copa deportivasinigual, por hacerme reír en medio de exabruptos de llanto...¿Lo probaste?
-No lo sé
-Vamos
-Porque me divierto con vos...
-¡Ahora?
-Bueno, casi siempre...Escuchá lo que te conseguí- suena la Edith de fondo- es medio bajón...pero...
-¡Pero lo quería hace mil años! Sos mi Funes, por eso te amo...
Hoy en el café de la esquina
-Y me mandaron a buscar de acá para allá...y en el ascensor bajaba una coloradita recién nacida, toda redonda, pero de ese pelirrojo brillante, clarito...- agrega- Te conseguí ésto-saca el celular, busca una foto del lugar de donde viene. Es esa lámpara, con retazos de colores como tenía mi abuela, se la señalé en una película hace meses...
Por ser mi traficante de ilusiones y, se lleva la copa deportivasinigual, por hacerme reír en medio de exabruptos de llanto...¿Lo probaste?
Fastidio Returns
Lo de Fastidio es una constante que no se deja abandonar así nomás. Hollywood es una meta valorada y hay que perseguirla cueste lo que cueste.
Casi sin esfuerzo de producción, la otra noche la escuchamos pelear, nuevamente con el novio, naturalmente. Esta verídica historia de pasión y desenfreno no da respiro...
-Dejameee, andate, andateoooeeee
-No me voy hasta que no me digas que me amás...
-Sos un boludo de mierdaaaa...
-Pará, nena, no me pegues...
-Vos me pegaste, mirá cómo me quedó acá, soltame, soltame soltameeee!!!!
-Si vos sos la que me pegás siempre....A ver...dejame verte...¡No tenés nada nena! ¡No me pegues!
-¡Quieroooo dormir, andate!
-No me voy hasta que me digas...decime que me amás y me voy...hablemos...
-¡Andate! ¡Te dije que te vayas!
Y así se repite la escena durante las horas lunares, en círculos eternos que valorizan cada porción de las brillantes actuaciones.
La tensión sexual crece hasta los arrebatos, la pared se desmedra con piernas ofuscadas que le dan la espalda al novio, movimientos que estampan en la oreja. Es un trabajo de riesgo, debo admitir.
Dr. Love está resignado y mira la tele. Su chancletuda y fiel servidora no puede, teme tener que llamar a alguna ambulancia, o servicio de urgencia inmediata. Lo golpea sin piedad.
-Ahora cuando venga mi papá le voy a contar...
A Fastidio no le alcanza con tener que hostigar al perrito llamado Bonito, pero esa es otra historia. Bonito no sabe qué papel tomar, Fastidio exige estar primera en la cartelera, el cachorro se resigna a no alcanzar el estrellato y le dona todas las apariciones no sin antes tramar y sostener silenciosos piquetes en la puerta. No quiere salir...La Cleopatra vernácula lucha frente a la difícil tarea, se arrodilla y teme rasgar las recién adquiridas can can marrones cuando se arroja a limpiar cagadas y meos, pero después se recupera. Se calza una minifalda, enjuga las lágrimas con desdén, posa algunos toques del índice embadurnado con brillo en los labios y sale victoriosa con El Corto, que la espera mientras enfunda sus manos en los bosillos de un jean abuchonado por el cinto y con ruedo recientemente adaptado a su fisonomía.
La trama da un vuelco, ahora El Corto tiene juguete nuevo también; un organito que martilla como puede. Preferíamos todos los infinitos comienzos de Mabo Number five a ésto, pero le cedemos el placer del arruinar lo oídos, comprendemos la vasta desolación y soledad de ser el segundón de semejante masa de capricho permanentado y teñido. El también recibe los aullidos de la diva, pero permanece fiel al valuarte familiar, al mandato paterno "cuidá a tu hermana mientras no estoy".
Esta es la historia de cuatro machos sometidos (aún no sabemos el sexo del pajarito) que decidieron amarla sin pavor. Amor filial, amor de mascota, amor sin sexo ¡Quién está autorizado para juzgar cuál es el adecuado! Pero si seguimos las lecturas primarias sabremos que los virajes son posibles y previsibles, y que alguna vez el esclavo deberá convertirse en amo.
Casi sin esfuerzo de producción, la otra noche la escuchamos pelear, nuevamente con el novio, naturalmente. Esta verídica historia de pasión y desenfreno no da respiro...
-Dejameee, andate, andateoooeeee
-No me voy hasta que no me digas que me amás...
-Sos un boludo de mierdaaaa...
-Pará, nena, no me pegues...
-Vos me pegaste, mirá cómo me quedó acá, soltame, soltame soltameeee!!!!
-Si vos sos la que me pegás siempre....A ver...dejame verte...¡No tenés nada nena! ¡No me pegues!
-¡Quieroooo dormir, andate!
-No me voy hasta que me digas...decime que me amás y me voy...hablemos...
-¡Andate! ¡Te dije que te vayas!
Y así se repite la escena durante las horas lunares, en círculos eternos que valorizan cada porción de las brillantes actuaciones.
La tensión sexual crece hasta los arrebatos, la pared se desmedra con piernas ofuscadas que le dan la espalda al novio, movimientos que estampan en la oreja. Es un trabajo de riesgo, debo admitir.
Dr. Love está resignado y mira la tele. Su chancletuda y fiel servidora no puede, teme tener que llamar a alguna ambulancia, o servicio de urgencia inmediata. Lo golpea sin piedad.
-Ahora cuando venga mi papá le voy a contar...
A Fastidio no le alcanza con tener que hostigar al perrito llamado Bonito, pero esa es otra historia. Bonito no sabe qué papel tomar, Fastidio exige estar primera en la cartelera, el cachorro se resigna a no alcanzar el estrellato y le dona todas las apariciones no sin antes tramar y sostener silenciosos piquetes en la puerta. No quiere salir...La Cleopatra vernácula lucha frente a la difícil tarea, se arrodilla y teme rasgar las recién adquiridas can can marrones cuando se arroja a limpiar cagadas y meos, pero después se recupera. Se calza una minifalda, enjuga las lágrimas con desdén, posa algunos toques del índice embadurnado con brillo en los labios y sale victoriosa con El Corto, que la espera mientras enfunda sus manos en los bosillos de un jean abuchonado por el cinto y con ruedo recientemente adaptado a su fisonomía.
La trama da un vuelco, ahora El Corto tiene juguete nuevo también; un organito que martilla como puede. Preferíamos todos los infinitos comienzos de Mabo Number five a ésto, pero le cedemos el placer del arruinar lo oídos, comprendemos la vasta desolación y soledad de ser el segundón de semejante masa de capricho permanentado y teñido. El también recibe los aullidos de la diva, pero permanece fiel al valuarte familiar, al mandato paterno "cuidá a tu hermana mientras no estoy".
Esta es la historia de cuatro machos sometidos (aún no sabemos el sexo del pajarito) que decidieron amarla sin pavor. Amor filial, amor de mascota, amor sin sexo ¡Quién está autorizado para juzgar cuál es el adecuado! Pero si seguimos las lecturas primarias sabremos que los virajes son posibles y previsibles, y que alguna vez el esclavo deberá convertirse en amo.
lunes, abril 10, 2006
BHN
Le hablo. Sé que me escucha. Hace tres días que nos viene rondando.
Tiene un gran ojo naranja en el medio y alas de chiffón.
No podría transcribir lo que le dije, nuestra conversación fue privada (el territorio del dolor es locura, y hay que estar loco a veces y nadar...)
Sé que sabe, le digo lo necesario. Sigue posada en las teclas B, N y H. Espera.
No creo que el mundo de smog le guste. Le explico uno a uno mis próximos movimientos "voy a abrir las cortinas y las puertas" parece que le viene bien, porque callada camina dócil hasta el papel entre los espacios de las letras. Sigilosa, lo deja en blanco y avanza sobre la flor de una azalea.
Tiene un gran ojo naranja en el medio y alas de chiffón.
No podría transcribir lo que le dije, nuestra conversación fue privada (el territorio del dolor es locura, y hay que estar loco a veces y nadar...)
Sé que sabe, le digo lo necesario. Sigue posada en las teclas B, N y H. Espera.
No creo que el mundo de smog le guste. Le explico uno a uno mis próximos movimientos "voy a abrir las cortinas y las puertas" parece que le viene bien, porque callada camina dócil hasta el papel entre los espacios de las letras. Sigilosa, lo deja en blanco y avanza sobre la flor de una azalea.
viernes, abril 07, 2006
Misterios y obsesiones de Ella Burg (parte II)
En el medio de los ojos un diamante pugnaba por tomarlo todo, aquel momento se venía sin pausa de imágen. La representaba, luego de la descompostura, presa de su hallazgo, con la puerta trancada, algunos golpeando y Ella sosteniendo o sostenida por su pasión, su descubrimiento en ciernes, el fin de los finales, la culata de la botella, el más allá...
"La acerqué, no quedaba nada, "Everything and nothing" me soltó mi Borges. El conocimiento me indica que en el propulsor quedan rastros eternos, pero no estaba segura, o sí, era el único que no había probado, el más obvio de todos. Quizás la troglodita de su dueña se lo hubiera acabado como una pasión frugal de verano..."
Me apuré con un nombre, nada era peor que interrumpirla en sus descripciones obesas...."No me apures que estoy tratando de retratarte un sentido, y un sentido no se rescata así nomás..." Tenía razón.
"Acerqué e inspiré con todas las fuerzas que me quedaban, lógico...Te decía que respiré, haciendo a un lado mi sinusitis crónica y dejé volar la imaginación hasta aquel recinto de suplicios privados donde pocos se atreven, volví a recostarme en el diván, a sentir, a recrear las palabras y aquel tercero terco y mañoso distractor. Era él, estaba segura. En la sesión siguiente me decidí, era la lucha de mi especialidad, era todo o nada, era una sóla pregunta ¿acaso no vamos al matadero del inconsciente para quedarnos con más preguntas?"...Le tuve que responder que sí, que tenía razón la muy maldita. "Está bien, no era LA pregunta, pero qué me importaba...También podemos valorar que si era una ortodoxa, pensaría muy bien la respuesta y se equivocaría tratando de asociar fuera del todo...Pero, si era quien decía ser, por su elección y por su fidelidad a ella, la iba a querer un poco más, qué se yo..."
"La acerqué, no quedaba nada, "Everything and nothing" me soltó mi Borges. El conocimiento me indica que en el propulsor quedan rastros eternos, pero no estaba segura, o sí, era el único que no había probado, el más obvio de todos. Quizás la troglodita de su dueña se lo hubiera acabado como una pasión frugal de verano..."
Me apuré con un nombre, nada era peor que interrumpirla en sus descripciones obesas...."No me apures que estoy tratando de retratarte un sentido, y un sentido no se rescata así nomás..." Tenía razón.
"Acerqué e inspiré con todas las fuerzas que me quedaban, lógico...Te decía que respiré, haciendo a un lado mi sinusitis crónica y dejé volar la imaginación hasta aquel recinto de suplicios privados donde pocos se atreven, volví a recostarme en el diván, a sentir, a recrear las palabras y aquel tercero terco y mañoso distractor. Era él, estaba segura. En la sesión siguiente me decidí, era la lucha de mi especialidad, era todo o nada, era una sóla pregunta ¿acaso no vamos al matadero del inconsciente para quedarnos con más preguntas?"...Le tuve que responder que sí, que tenía razón la muy maldita. "Está bien, no era LA pregunta, pero qué me importaba...También podemos valorar que si era una ortodoxa, pensaría muy bien la respuesta y se equivocaría tratando de asociar fuera del todo...Pero, si era quien decía ser, por su elección y por su fidelidad a ella, la iba a querer un poco más, qué se yo..."
Misterios y obsesiones de Ella Burg (parte I)
Si algo vale la pena es escuchar a Ella Burg, eso por no decir olerla. Mientras presto atención, sus palabras se mezlan y confirman todo lo sostenido con certeza propia proveniente de la máxima experiencia. Aquella tarde, fue más larga la conversación, más bien monólogo, me corrige mi memoria. Me decía "Apurada entré y probé. No sé si lo elegí por su nombre o porque al instante me recordó a una mezcla de flores blancas, rosas, azahares, jazmines y madreselva, algo de una infancia que no tuve o que me prestaron...Se llamaba "Murmure"... Cuando llegué a casa, no quise, era muy pronto...pero al otro día...al otro día, dale con todo. Nunca se repitió la primera experiencia de jazmines y azahares...era una masa dulce, obsoleta, pesada y tan cara como una dulce masa obsoleta y pesada...Desistí de él, lo dejé ahí, para el recuerdo o qué se yo...quizás algún día me sentara bien...pero ese día nunca llegó...."
Con el café vino toda mi atención hacia Ella, y ella es de las que cuando empieza un tema debe terminarlo..."Estaba obsesionada con el de de mi analista, como el personaje de Suskind, buscaba, examinaba...siempre el mismo, y una mujer que usa siempre el mismo merece mi absoluta curiosidad y devoción, hay que poder sostener-aquí subrayó con sus cejas-siempre el mismo. No me atreví a preguntarle, pero estaba ahí, entre nosotras, como un tercero inmiscuyéndose en su persistencia, y vos, que me conocés, sabés bien que no desisto...La respuesta se hizo esperar, como toda buena cosa en este mundo y surgió en un accidente muy a pesar de mi investigación masiva. Por casualidad me invitaron a una fiesta, tomé de más y tuve que ir al baño, un pequeño refectorio en los confines de la casa, como para desagotar angustias nimias. Lo mío no era así nomás, era una descompostura torrencial, de esas, que tienen parte dos, parte tres, remake y epílogo...Bueno, luego de tratar de desahogar semejante vendaval de restos me dirigí al lavamanos, y ahí, tres frasquitos vacíos mirándome, incitándome, pudiéndome...Descarté el primero, esos labios azul topacio no le llegaban ni a los talones a Dalí, el segundo, bueno, veneno de los años ochenta, pero el tercero...el tercero lo había visto en todos lados, pero nunca habría pensado que el destino nos juntaría en ese sucucho destinado a principiantes cuya puerta, con personalidad debo reconocerlo, se negaba a cerrar en forma simétrica. Lo tomé, me apuré estrechándolo con una sola mano como quien lleva un grial o el testimonio en una corrida...Era él...
Esta historia sigue y no se espanten...Ella Burg da para más.
Con el café vino toda mi atención hacia Ella, y ella es de las que cuando empieza un tema debe terminarlo..."Estaba obsesionada con el de de mi analista, como el personaje de Suskind, buscaba, examinaba...siempre el mismo, y una mujer que usa siempre el mismo merece mi absoluta curiosidad y devoción, hay que poder sostener-aquí subrayó con sus cejas-siempre el mismo. No me atreví a preguntarle, pero estaba ahí, entre nosotras, como un tercero inmiscuyéndose en su persistencia, y vos, que me conocés, sabés bien que no desisto...La respuesta se hizo esperar, como toda buena cosa en este mundo y surgió en un accidente muy a pesar de mi investigación masiva. Por casualidad me invitaron a una fiesta, tomé de más y tuve que ir al baño, un pequeño refectorio en los confines de la casa, como para desagotar angustias nimias. Lo mío no era así nomás, era una descompostura torrencial, de esas, que tienen parte dos, parte tres, remake y epílogo...Bueno, luego de tratar de desahogar semejante vendaval de restos me dirigí al lavamanos, y ahí, tres frasquitos vacíos mirándome, incitándome, pudiéndome...Descarté el primero, esos labios azul topacio no le llegaban ni a los talones a Dalí, el segundo, bueno, veneno de los años ochenta, pero el tercero...el tercero lo había visto en todos lados, pero nunca habría pensado que el destino nos juntaría en ese sucucho destinado a principiantes cuya puerta, con personalidad debo reconocerlo, se negaba a cerrar en forma simétrica. Lo tomé, me apuré estrechándolo con una sola mano como quien lleva un grial o el testimonio en una corrida...Era él...
Esta historia sigue y no se espanten...Ella Burg da para más.
Las frases de la semana
Boxing is an unnatural act. Instead of running from the pain like a sane person would do, you step into it.
There is magic in fighting battles beyond endurance.
Frankie likes to say that boxing is an unnatural act, that everything in boxing is backwards: sometimes the best way to deliver a punch is to step back... But step back too far and you ain't fighting at all.
Millon dollar baby (2004) Fighting, boxing o battles...O todo sobre duelos
Boxing is an unnatural act. Instead of running from the pain like a sane person would do, you step into it.
There is magic in fighting battles beyond endurance.
Frankie likes to say that boxing is an unnatural act, that everything in boxing is backwards: sometimes the best way to deliver a punch is to step back... But step back too far and you ain't fighting at all.
El oficio
Miren lo que encontré, excelente hallazgo para unir dos oficios, que en algún punto, son el mismo...
"Escribir es restar.
Borges dice, a los setenta años, que cuando corrige un texto lo hace para aligerar una oración pesada o mitigar un énfasis. Isidoro Blainstein... defendía a la literatura como un ejercicio en contra de la solemnidad. Ya es conocido el valor de la Levedad que muy bien Calvino aísla como nota ideal de cualquier poética literaria. Si el oficio de la escritura, por último, es un oficio de cierta dificultad, lo es en la medida que cuando alguien escribe intenta darle al texto una cierta apariencia de ligereza. Quiero decir: el Quijote, por caso, es un libro clásico porque lo que dice, lo dice como al pasar, como a pesar suyo.
Demos un paso más: escribir, en literatura, es disponer las condiciones para que el lector pueda nadar en el texto sin ahogarse. Cuando una oración adquiere peso (por su excesivo barroquismo, por su gramática dudosa, o por la utilización de palabras poco habituales) el lector se hunde. Se enreda. Y en consecuencia, pierde el placer de la lectura. Y por añadidura se pierde un lector. Por otra parte, es usual creer que el escribir bien consiste en utilizar una gramática rara, compleja. O que un escritor es un buen escritor cuando se vanagloria de su vocabulario. Es cierto: la buena literatura sorprende cuando alguna oración logra escapar al lugar común...Uno como lector de esa metáfora, ya no se sorprende. Y sigue de largo.
En consecuencia, podemos centrar el problema de la escritura literaria en la pregunta siguiente: ¿Cómo conseguir sorprender sin abandonar las palabras habituales? Dicho de otra manera: intentar que una expresión habitual, común, adquiera un valor poético nuevo.
El oficio de escritor y el oficio de analista coinciden en un punto: trabajan con el mismo material; el lenguaje. El oficio de analista, también, puede ser entendido como una operación de resta. Resta del sentido que los lugares comunes del habla de un analizante convierten en certezas.
Ahora bien; no hay resta sin ensayo. Quiero decir: no hay posibilidad de conseguir una página ligera (en el sentido que apuntamos arriba) si no se escribieron varias (y muchas) páginas pesadas. Podemos, entonces, terminar proponiendo el siguiente aforismo: corregir es al escribir, lo que hablar es al analizar.
¿Cuál es la diferencia entre el oficio de escritor y el oficio de analista?
¿Qué es lo que hace que un dicho cotidiano pueda tener la dignidad de lo poético?
¿Qué valor tiene en un psicoanálisis la condición poética de ese dicho?
¿Qué relación hay entre poesía y verdad?"
Marcos Bertorello
"Escribir es restar.
Borges dice, a los setenta años, que cuando corrige un texto lo hace para aligerar una oración pesada o mitigar un énfasis. Isidoro Blainstein... defendía a la literatura como un ejercicio en contra de la solemnidad. Ya es conocido el valor de la Levedad que muy bien Calvino aísla como nota ideal de cualquier poética literaria. Si el oficio de la escritura, por último, es un oficio de cierta dificultad, lo es en la medida que cuando alguien escribe intenta darle al texto una cierta apariencia de ligereza. Quiero decir: el Quijote, por caso, es un libro clásico porque lo que dice, lo dice como al pasar, como a pesar suyo.
Demos un paso más: escribir, en literatura, es disponer las condiciones para que el lector pueda nadar en el texto sin ahogarse. Cuando una oración adquiere peso (por su excesivo barroquismo, por su gramática dudosa, o por la utilización de palabras poco habituales) el lector se hunde. Se enreda. Y en consecuencia, pierde el placer de la lectura. Y por añadidura se pierde un lector. Por otra parte, es usual creer que el escribir bien consiste en utilizar una gramática rara, compleja. O que un escritor es un buen escritor cuando se vanagloria de su vocabulario. Es cierto: la buena literatura sorprende cuando alguna oración logra escapar al lugar común...Uno como lector de esa metáfora, ya no se sorprende. Y sigue de largo.
En consecuencia, podemos centrar el problema de la escritura literaria en la pregunta siguiente: ¿Cómo conseguir sorprender sin abandonar las palabras habituales? Dicho de otra manera: intentar que una expresión habitual, común, adquiera un valor poético nuevo.
El oficio de escritor y el oficio de analista coinciden en un punto: trabajan con el mismo material; el lenguaje. El oficio de analista, también, puede ser entendido como una operación de resta. Resta del sentido que los lugares comunes del habla de un analizante convierten en certezas.
Ahora bien; no hay resta sin ensayo. Quiero decir: no hay posibilidad de conseguir una página ligera (en el sentido que apuntamos arriba) si no se escribieron varias (y muchas) páginas pesadas. Podemos, entonces, terminar proponiendo el siguiente aforismo: corregir es al escribir, lo que hablar es al analizar.
¿Cuál es la diferencia entre el oficio de escritor y el oficio de analista?
¿Qué es lo que hace que un dicho cotidiano pueda tener la dignidad de lo poético?
¿Qué valor tiene en un psicoanálisis la condición poética de ese dicho?
¿Qué relación hay entre poesía y verdad?"
Marcos Bertorello
miércoles, abril 05, 2006
Transcurre el polo de mi piel
cada alma rota
(y no de romperse el alma)
chocando
(no es eso).
Sangre abierta
sangre atrancada
escapa en burbujas,
todas convocantes
y evocan
núbiles pestañas
transparentes
de encierro no estrenado
un teatro de ojos inquietos,
hubieran sido.
Pequeña boca centifolia
de pigmentos heredados
Las mejillas ignorantes
prometidas en tibio pétalo
a mi mano
(que hubiera sido la más dulce)
en vuelo lento.
cada alma rota
(y no de romperse el alma)
chocando
(no es eso).
Sangre abierta
sangre atrancada
escapa en burbujas,
todas convocantes
y evocan
núbiles pestañas
transparentes
de encierro no estrenado
un teatro de ojos inquietos,
hubieran sido.
Pequeña boca centifolia
de pigmentos heredados
Las mejillas ignorantes
prometidas en tibio pétalo
a mi mano
(que hubiera sido la más dulce)
en vuelo lento.
Top Tip
Sí, ya sé que el Clarín no es el mejor, pero nos gustan algunas cosas de la revista de los domingos, algunas.
En un plácido reposo luego de una extensa jornada, ayer, se me ocurrió abrir la del domingo pasado y llegué hasta la página de Valeria. Ya la foto es un enigma ¿Qué intenta hacer con un brazo extendido y la otra mano posada sobre él? ¿Se estaba pasando una crema y la tomaron desprevenida? ¿Se estaba acariciando? ¿Y esa plumita en el cuello a modo de dije? Una certeza: es muy bella. Otra certeza: para ella, debemos ser unas pelotudas. Prefiero citarla para probar mi punto:
Aserveración 1 "Si te gusta esta propuesta, que es sofisticada y práctica a la vez (y te puede salvar de ir a la peluquería todo el tiempo)...." ¿Quién va a la peluquería todo el tiempo? Ella. Nosotras, digamos que nos arreglamos, y de vez en cuando un mimo, pero TODO el tiempo nooo, las féminas echamos mano a argucias alternativas para estirar el presupuesto.
Aseveración 2 "Este invierno podés relajarte con los claritos y la tintura porque se imponen los chocolates y los rojizos..." ¿Acaso ELLA se ha relajado? ¿Se atrevió a los chocolates y los rojizos? Me suena a paradoja decir que hay que "relajarse" con la tintura y promover nuevos colores ¿cómo se lograrían? ¿con los pasteles del primito? ¿o las témperas Alba? No creo que Vale nos sugiera desde su columna pintarnos el pelo con crayón...
Aseveración 3 y basta "Otro tema importante: no te olvides de tus cejas, que esta temporada hay que usarlas muy prolijas porque tienen un rol protagónico. TE DOY UN TIP: COMPRATE UN CEPILLO PARA PEINARLAS Y APLICALE GEL O SPRAY PARA FIJARLAS" ¿Desde cuándo las mujeres neceitamos un TIP (odio esa palabra) para manejar nuestras cejas? ¿eh? ¡¿Y un tip?! ¡Vaya, vaya! ¡Gracias Valeria sin tu Tip no sabría qué hacer con mis cejas y andaría vagabundeando por ahí desolada, pateándomelas y buscando algún consejo aunque fuera nimio por las calles de Buenos Aires! Gritaría, aullaría ¡Oh mis cejas! ¿Qué hacer con ellas? ¡Hágase la luz sobre mis cejas! ¡Una ayudita para las cejas argentinas!Ahora, Vale, gracias a vos, he visto la maravillosa verdad: me despertaré todas las mañanas, tomaré un baño y luego, religiosamente utilizaré el cepillo, peinaré con ese gel mis cejas, para el touch final: aplicar spray sobre ellas ¿Tenés algún consejo para agarrarte con glamour del caño del colectivo mientras el conductor frena con ahínco?
Si me extendiera más sobre este punto reforzaría el significante, puesto como quien pone una coma al descuido, pero ese significante de pronto cobra toda la fuerza de su significación: Tip
"A tip (also known as a gratuity) is that amount of payment to certain service sector professionals which is in addition to the advertised bill or fee. These payments and their size are a matter of social custom.There are no universal rules or obligations concerning whether to tip (tip is both a noun and a verb), who to tip or how much. Tipping varies from culture to culture and by service industry. In some situations tipping can be considered rude or demeaning. In other situations it can be considered very stingy not to give a tip. Giving a very small tip can be considered worse than giving nothing, and can be used as a deliberate snub."
Y del pequeño amigo, Tip: "propina, aviso amistoso y útil, palmadita, ladear, dar un golpecito, gratificar, guarnecer"
Vale ¿Acaso nos estás ofreciendo una propina por leerte? ¿ O tus secretos de la moda develados en esta columna funcionarían a modo de gratificaciones para el mundo femenido? ¿Acaso tu propina equivale a un porcentaje real de lo que vos ganás por vender tu columna, tu moda, vos? ¿O deberíamos considerar que tu tip es "rude or demeaning"? ¿Es realmente un servicio el que estás dando como para merecer el tip de leerte?
En un plácido reposo luego de una extensa jornada, ayer, se me ocurrió abrir la del domingo pasado y llegué hasta la página de Valeria. Ya la foto es un enigma ¿Qué intenta hacer con un brazo extendido y la otra mano posada sobre él? ¿Se estaba pasando una crema y la tomaron desprevenida? ¿Se estaba acariciando? ¿Y esa plumita en el cuello a modo de dije? Una certeza: es muy bella. Otra certeza: para ella, debemos ser unas pelotudas. Prefiero citarla para probar mi punto:
Aserveración 1 "Si te gusta esta propuesta, que es sofisticada y práctica a la vez (y te puede salvar de ir a la peluquería todo el tiempo)...." ¿Quién va a la peluquería todo el tiempo? Ella. Nosotras, digamos que nos arreglamos, y de vez en cuando un mimo, pero TODO el tiempo nooo, las féminas echamos mano a argucias alternativas para estirar el presupuesto.
Aseveración 2 "Este invierno podés relajarte con los claritos y la tintura porque se imponen los chocolates y los rojizos..." ¿Acaso ELLA se ha relajado? ¿Se atrevió a los chocolates y los rojizos? Me suena a paradoja decir que hay que "relajarse" con la tintura y promover nuevos colores ¿cómo se lograrían? ¿con los pasteles del primito? ¿o las témperas Alba? No creo que Vale nos sugiera desde su columna pintarnos el pelo con crayón...
Aseveración 3 y basta "Otro tema importante: no te olvides de tus cejas, que esta temporada hay que usarlas muy prolijas porque tienen un rol protagónico. TE DOY UN TIP: COMPRATE UN CEPILLO PARA PEINARLAS Y APLICALE GEL O SPRAY PARA FIJARLAS" ¿Desde cuándo las mujeres neceitamos un TIP (odio esa palabra) para manejar nuestras cejas? ¿eh? ¡¿Y un tip?! ¡Vaya, vaya! ¡Gracias Valeria sin tu Tip no sabría qué hacer con mis cejas y andaría vagabundeando por ahí desolada, pateándomelas y buscando algún consejo aunque fuera nimio por las calles de Buenos Aires! Gritaría, aullaría ¡Oh mis cejas! ¿Qué hacer con ellas? ¡Hágase la luz sobre mis cejas! ¡Una ayudita para las cejas argentinas!Ahora, Vale, gracias a vos, he visto la maravillosa verdad: me despertaré todas las mañanas, tomaré un baño y luego, religiosamente utilizaré el cepillo, peinaré con ese gel mis cejas, para el touch final: aplicar spray sobre ellas ¿Tenés algún consejo para agarrarte con glamour del caño del colectivo mientras el conductor frena con ahínco?
Si me extendiera más sobre este punto reforzaría el significante, puesto como quien pone una coma al descuido, pero ese significante de pronto cobra toda la fuerza de su significación: Tip
"A tip (also known as a gratuity) is that amount of payment to certain service sector professionals which is in addition to the advertised bill or fee. These payments and their size are a matter of social custom.There are no universal rules or obligations concerning whether to tip (tip is both a noun and a verb), who to tip or how much. Tipping varies from culture to culture and by service industry. In some situations tipping can be considered rude or demeaning. In other situations it can be considered very stingy not to give a tip. Giving a very small tip can be considered worse than giving nothing, and can be used as a deliberate snub."
Y del pequeño amigo, Tip: "propina, aviso amistoso y útil, palmadita, ladear, dar un golpecito, gratificar, guarnecer"
Vale ¿Acaso nos estás ofreciendo una propina por leerte? ¿ O tus secretos de la moda develados en esta columna funcionarían a modo de gratificaciones para el mundo femenido? ¿Acaso tu propina equivale a un porcentaje real de lo que vos ganás por vender tu columna, tu moda, vos? ¿O deberíamos considerar que tu tip es "rude or demeaning"? ¿Es realmente un servicio el que estás dando como para merecer el tip de leerte?
martes, abril 04, 2006
Fatidio is back
Dejemos de lado su costumbre de Diva. Otros han manifestado que quizás el saludar no sea propio de su generación, o que, probablemente, se trate de una tímida gacela que acomoda su flequillo displicente, que se refugia en extensas abluciones y baños matinales con acordes de la cien de fondo. Pueden ser todas estas opciones y muchas más, pero hay algo que no puedo entender y quizás ustedes logren descifrar...
Más tarde y con tiempo les comentaré tal aberración a la urbanidad...Es de tan gran magnitud el atropello que debí comentarle a Dr. Love en forma urgente, a modo de liberar la oscura piedra que mi pecho sopesaba en silencio. El, tranquilo, me respondió que "era lógico, que el padre de Fastidio y El Corto había regresado y bueno, tales actitudes eran aceptables..." Pero esto es el colmo (las tales actitudes, o mejor dicho: acciones). Acciones, hechos, que prosperan más allá de el contrato social, me han detenido en mis cavilaciones sobre la vida, el amor, el trabajo, para llenar el espacio sináptico de un sólo nombre. Esperen y verán....
Más tarde y con tiempo les comentaré tal aberración a la urbanidad...Es de tan gran magnitud el atropello que debí comentarle a Dr. Love en forma urgente, a modo de liberar la oscura piedra que mi pecho sopesaba en silencio. El, tranquilo, me respondió que "era lógico, que el padre de Fastidio y El Corto había regresado y bueno, tales actitudes eran aceptables..." Pero esto es el colmo (las tales actitudes, o mejor dicho: acciones). Acciones, hechos, que prosperan más allá de el contrato social, me han detenido en mis cavilaciones sobre la vida, el amor, el trabajo, para llenar el espacio sináptico de un sólo nombre. Esperen y verán....
lunes, abril 03, 2006
Núbiles
Una seguridad: desde aquí, todas se ven más bellas al momento de entrar. Hebras desordenadas o presas en un descuidado broche, ningún artificio del color, no puedo entender el apuro por la salida de esa crisálida.
Música para suicidas en el ambiente vaporoso, a mi lado, ella se seca una lágrima ¿o es un bostezo? Confirmado, veo sus ojos que esperan con los pies levantados. Allá a lo lejos una Princesa ordena atención a sus esclavos, nada podría desvariarlos. Las lindas piernas se escapan de la minifalda hacia adelante, contornos francos. Princesa pide más y tira la cabeza hacia atrás...
A la izquierda él la escucha, ella pregunta ¿se puede hacer algo con esta cara? Viene la experta en salida de crisálidas, la lleva a su guarida y se posa con un instrumento.
Ya son cuatro los que aletean alrededor de Princesa, está fascinada y levanta una serie de burbujas con el pie mientra ríe, una esclava pequeña ensaya técnicas, hasta dar con una solución aceptable, dice que sí, entonces (es tarea de uno) comienza a trenzar los hilos color habano, no puedo retirarme hasta ver el resultado.
En todas todas las edades hay algo en el corazón de los gestos, busco historias. Quiero preguntarle por qué llora, ilusa autorización para otorgar la calma.
Una nueva se sienta en el trono, habla con él que sólo escucha, saca un pote de su cartera "quiero que me pongas esto", pociones secretas para colonizar un territorio de brillo. Le habla sobre su piel. "Yo nací para mirar, lo que pocos quieren ver..." me da letra Charly.
La cara blanca, como un hierro liso y opaco, los labios finos, levanta sus dedos largos y los acerca a los ojos, sopla, sopla Princesa ¿a dónde vas esta noche? son cinco a su alrededor. Quizás más tarde alguien la recorra de otra forma y el círculo quede completado, se desarmarán los bucles prolijos, sus piernas enlentecerán la llegada de la madrugada, o quizás él sólo la mire desde lejos...Ilusa paradoja la de la belleza.
¿Te gusta? pregunta el que sólo escucha a la izquierda. Ella quiere seguir hablando, pero lenta, acepta el trato mientras se erige y despega una a una las capas monocromáticas.
La trenza está lista, como una corona desde donde parte un enjambre despreocupado.
Mis ojos repentinos llaman a las manos, un rojo bemellón le declara una guerra a la nube, la mujer contra la madre, es una batalla perdida desde siempre.
Música para suicidas en el ambiente vaporoso, a mi lado, ella se seca una lágrima ¿o es un bostezo? Confirmado, veo sus ojos que esperan con los pies levantados. Allá a lo lejos una Princesa ordena atención a sus esclavos, nada podría desvariarlos. Las lindas piernas se escapan de la minifalda hacia adelante, contornos francos. Princesa pide más y tira la cabeza hacia atrás...
A la izquierda él la escucha, ella pregunta ¿se puede hacer algo con esta cara? Viene la experta en salida de crisálidas, la lleva a su guarida y se posa con un instrumento.
Ya son cuatro los que aletean alrededor de Princesa, está fascinada y levanta una serie de burbujas con el pie mientra ríe, una esclava pequeña ensaya técnicas, hasta dar con una solución aceptable, dice que sí, entonces (es tarea de uno) comienza a trenzar los hilos color habano, no puedo retirarme hasta ver el resultado.
En todas todas las edades hay algo en el corazón de los gestos, busco historias. Quiero preguntarle por qué llora, ilusa autorización para otorgar la calma.
Una nueva se sienta en el trono, habla con él que sólo escucha, saca un pote de su cartera "quiero que me pongas esto", pociones secretas para colonizar un territorio de brillo. Le habla sobre su piel. "Yo nací para mirar, lo que pocos quieren ver..." me da letra Charly.
La cara blanca, como un hierro liso y opaco, los labios finos, levanta sus dedos largos y los acerca a los ojos, sopla, sopla Princesa ¿a dónde vas esta noche? son cinco a su alrededor. Quizás más tarde alguien la recorra de otra forma y el círculo quede completado, se desarmarán los bucles prolijos, sus piernas enlentecerán la llegada de la madrugada, o quizás él sólo la mire desde lejos...Ilusa paradoja la de la belleza.
¿Te gusta? pregunta el que sólo escucha a la izquierda. Ella quiere seguir hablando, pero lenta, acepta el trato mientras se erige y despega una a una las capas monocromáticas.
La trenza está lista, como una corona desde donde parte un enjambre despreocupado.
Mis ojos repentinos llaman a las manos, un rojo bemellón le declara una guerra a la nube, la mujer contra la madre, es una batalla perdida desde siempre.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)