viernes, abril 07, 2006

El oficio

Miren lo que encontré, excelente hallazgo para unir dos oficios, que en algún punto, son el mismo...

"Escribir es restar.

Borges dice, a los setenta años, que cuando corrige un texto lo hace para aligerar una oración pesada o mitigar un énfasis. Isidoro Blainstein... defendía a la literatura como un ejercicio en contra de la solemnidad. Ya es conocido el valor de la Levedad que muy bien Calvino aísla como nota ideal de cualquier poética literaria. Si el oficio de la escritura, por último, es un oficio de cierta dificultad, lo es en la medida que cuando alguien escribe intenta darle al texto una cierta apariencia de ligereza. Quiero decir: el Quijote, por caso, es un libro clásico porque lo que dice, lo dice como al pasar, como a pesar suyo.

Demos un paso más: escribir, en literatura, es disponer las condiciones para que el lector pueda nadar en el texto sin ahogarse. Cuando una oración adquiere peso (por su excesivo barroquismo, por su gramática dudosa, o por la utilización de palabras poco habituales) el lector se hunde. Se enreda. Y en consecuencia, pierde el placer de la lectura. Y por añadidura se pierde un lector. Por otra parte, es usual creer que el escribir bien consiste en utilizar una gramática rara, compleja. O que un escritor es un buen escritor cuando se vanagloria de su vocabulario. Es cierto: la buena literatura sorprende cuando alguna oración logra escapar al lugar común...Uno como lector de esa metáfora, ya no se sorprende. Y sigue de largo.

En consecuencia, podemos centrar el problema de la escritura literaria en la pregunta siguiente: ¿Cómo conseguir sorprender sin abandonar las palabras habituales? Dicho de otra manera: intentar que una expresión habitual, común, adquiera un valor poético nuevo.
El oficio de escritor y el oficio de analista coinciden en un punto: trabajan con el mismo material; el lenguaje. El oficio de analista, también, puede ser entendido como una operación de resta. Resta del sentido que los lugares comunes del habla de un analizante convierten en certezas.

Ahora bien; no hay resta sin ensayo. Quiero decir: no hay posibilidad de conseguir una página ligera (en el sentido que apuntamos arriba) si no se escribieron varias (y muchas) páginas pesadas. Podemos, entonces, terminar proponiendo el siguiente aforismo: corregir es al escribir, lo que hablar es al analizar.

¿Cuál es la diferencia entre el oficio de escritor y el oficio de analista?

¿Qué es lo que hace que un dicho cotidiano pueda tener la dignidad de lo poético?

¿Qué valor tiene en un psicoanálisis la condición poética de ese dicho?

¿Qué relación hay entre poesía y verdad?"

Marcos Bertorello

7 comentarios:

la enmascarada dijo...

Mmm...interesante!
Se me ocurren varias cosas: está bueno lo de la levedad, pero me parece poco aguda y menos feliz la expresión (y la idea) “se pierde un lector”,lejos estoy de la apología del escritor incomprendido, pero me gusta pensar que hay otros valores simbólicos codiciables además de alimentar el ego “ganando lectores”, es más veo esa idea como un problema.
Por otra parte no veo a la poesía como algo que reste sentido, más bien todo lo contrario, la veo como un lugar donde desplegar la plurivalencia del lenguaje (un fragmento de Pizarnik decía algo así como que “una palabra quiere decir esto, y también lo contrario”), sí en que la poesía es pérdida, pérdida constante para el que escribe, porque intenta expresar algo que va más allá de lo único que puede conseguir: una forma. La misma elección de las palabras es arriesgarse a perder y la búsqueda poética es una derrota en sí misma, la expresión de una utopía, la imposibilidad de planear los significados.
La relación entre poesía y verdad es una idea bastante platónica, y es intentar decir que la poesía y la verdad son algo. “Como criatura del lenguaje, el escritor está siempre atrapado en la guerra de las ficciones (de las hablas)” decía Roland Barthés; y de esas ficciones, la que gane será verdad por un rato. No existe un centro del lenguaje, ni de la poética, queda la solidez del ejercicio literario nada más que como una práctica del lenguaje, que construye sus propios referentes y concepciones.
La poesía no es nada más que la certeza de una búsqueda.

Vera Finkelstein dijo...

Estoy de acuerdo con vos sobre todo lo que exponés. Básicamente la poesía es una búsqueda y resta del lenguaje, es eterno lugar del desmaparo, como decía un poeta y profesor...
Me parece que Bertorello dice "la verdad" no como una certeza o absoluto, sino como "incosciente", el cual es evanescente, como la poesía, aparece de a retazos, como la poesía, atemporal, como la poesía, metáfora y metonimia como el deseo-la poesía, o qué importa qué...
Y también habla del ejercicio de la escritura, eso de vencer la página en blanco, como toda creación, como todo inicio, como todo despertar entre otros despertares...
Muy de acuerdo en que hay otros valores en escribir, no sólo el lector, sino otros simbólicos, los tengo en mente y me gustaría que te explayes al respecto, si querés...

sauria es una mutante! dijo...

agrego algo:

Yo como lectora más o menos aguda prefiero más comprender un texto por su procedimiento que por su significado. Por eso, creo que es irrevelante la utilización de palabras simples o complejas si no las podemos ver en el marco del procedimiento narrativo en el que están colocadas, chorreadas, sangradas, caídas, exparcidas, flotando, evaporando, o cayendo. Lo que le da movimiento al texto es su forma, no su contenido. Creo que en la forma se encuentra el verdadero arte, más allá de un contenido que bien puede ser anecdótico en muchos casos. El procedimiento es el encuadre estético, filosófico, histórico, social, etc en que se enmarca esa escritura, más allá de "lo que dicen las palabras".

la sigo más tarde...

Vera Finkelstein dijo...

Pucha que tenés razón, nos metimos en la palabra y nos olvidamos de la importancia de dónde está puesta. Sauria, siempre pateando el tablero vos, eh? Y me acordé de Arlt, y sí...

la enmascarada dijo...

I'm back
Y sí, Sauria tiene razón, no nos podemos olvidar de loa materiales, el procedimiento y las condiciones de producción .
En relación a lo que me decías sobre los bienes simbólicos que van más allá de la cantidad de lectores o de libros vendidos, yo me refería a cosas como: la creación de un mundo propio en la literatura, asumir un riesgo estético, construir una voz poética o narrativa, hacer obra allí donde sólo había un "no saber hacer". Hablaba de eso, y de que cuando falta, todo se reduce a conseguir lectores.
Un beso

sauria es una mutante! dijo...

hablando de formas y procedimientos fuertes, "restando" valor a las palabras (o sumando, desplazandose en el eje paradigmático, quién sabe...), les dejo un clásico de la vanguardia latinoamericana que AMO: Cesar Vallejo:

Trilce - IX

Vusco volvvver de golpe el golpe.
Sus dos hojas anchas, su válvula
que se abre en suculenta recepción
de multiplicando a multiplicador,
su condición excelente para el placer,
todo avía verdad.

Busco volver de golpe el golpe.
A su halago, enveto bolivarianas fragosidades
a treintidós cables y sus múltiples,
se arrequintan pelo por pelo
soberanos belfos, los dos tomos de la Obra,
y no vivo entonces ausencia,
ni al tacto.

Fallo bolver de golpe el golpe.
No ensillaremos jamás el toroso Vaveo
de egoísmo y de aquel ludir mortal
de sábana,
desque la mujer esta
¡cuánto pesa de general!

Y hembra es el alma de la ausente.
Y hembra es el alma mía.
------------------------------
Si quieren les paso un boceto que hice para la facultad en base a este poema maravilloso.
besos!!

Vera Finkelstein dijo...

La enmascarada:
Gracias!. Estoy leyendo "Literatura
de izquierda"...Es difícil imaginar ese espacio-no espacio que propone Damián, no? pero está bueno tratar...

Faerman!
Es cierto, se notan los textos demasiado "trabajados" algo tiene que faltar, fallar, salir de la càrcel estilìstica...Por algo, ningún escritor está lo suficientemente "contento" con sus finales... Besos!

Sauria
Me gusta ese poema, no lo conocía....Pase este boceto nomás ¿Lo hizo ahora?
Besos!